Rojas, quien cuando murió el ex mandatario en 1982 cumplía el rol de enlace entre la familia y el equipo de médicos que lo operó, afirma que sólo hay conjeturas y no evidencias de una posible participación de terceros, como afirman sus hijos.
La ex senadora democristiana rechazó esos argumentos y señaló que una cosa son las conjeturas y otras cosas son las evidencias. «En el juicio que está llevando el juez Alejandro Madrid hay más que evidencias», aseveró.
Sobre el proceso de investigación en curso, que busca la participación de los órganos represivos de la dictadura militar en la extraña muerte del ex líder demócrata cristiano, Carmen Frei aseguró que existen pruebas contundentes que confirman la denuncia.
Señaló que el juez ha establecido como resultado de las pesquisas que la primera operación a la que fue sometido su padre fue un «éxito, y no tuvo nada que ver con la infección, en un lugar distinto de su cuerpo, que luego le causó la muerte».
Indicó que es evidente que el ex presidente sufrió un shock séptico que derivó en su muerte, pero se cuestionó a qué se debió. «¿Qué se lo produjo? Eso es lo que yo quisiéra saber», sostuvo, con evidentes muestras de ansiedad, la ex legisladora.
La hija del ex gobernante, quien al momento de su muerte encabezaba un fuerte movimiento de unidad de todas las fuerzas políticas que luchaban contra la dictadura, negó tajantemente que la familia haya autorizado el examen tanatológico a que fue sometido su padre.
«Se lo puedo asegurar: nadie, ni de mis hermanos ni de mi mamá, nunca nos dijeron que iban a hacerle una autopsia. Nunca! Nos dijeron que le iban a hacer una mantención en su cara porque iba a estar tres días expuesto en la Catedral», recordó.
La autopsia sólo fue conocida en 2003 cuando se encontró un certificado médico en un archivo de la Universidad Católica, según sus familiares, pero Rojas insiste en que la autorización para el embalsamiento fue dada por los familiares.
«Me pregunto después de oírlo ¿qué se está ocultando? ¿A quién está él protegiendo? Porque (decir eso) es mentir y así lo tiene comprobado el juez», señaló Carmen Frei al escuchar las palabras del médico y ex ministro de Defensa.
Destacó que a los familiares les entregaron el cadáver a las 11 de la noche ya en el ataúd, sólo se le veía la cara. Nos dijeron que le iban a hacer una mantención y resultó varios años después una autopsia con una identificación N.N (no name).», aseveró Carmen Frei.
Afirmó, además, que le provoca molestia que en el caso se hable de la responsabilidad de dos médicos que están muertos (Roberto Barahona y Juan Luis González), quienes no pueden dar su versión de los hechos.
Rojas expresó que el doctor Barahona fue quien pidió la autorización para el embalsamiento de Frei Montalva y que lo hizo en virtud de la íntima amistad que tenía con la familia, pero su hija niega que fuera conocido en su casa.
«Puede ser una persona muy respetable, pero nosotros no lo conocíamos, nunca lo ví en mi casa», insistió.
Santiago de Chile, 31 de agosto 2006
Crónica Digital/PL , 0, 333, 22
