El tema volvió a los primeros planos luego que el médico Augusto Larraín -el primero en operar al ex mandatario antes de su muerte en 1982- manifestó por primera vez su sospecha de que fue victima de una contaminación química que le provocó el deceso.
Frei Montalva murió cuando se reponía en una clínica de Santiago de una simple intervención quirúrgica y sus familiares y seguidores atribuyen su muerte a un asesinato, presuntamente ejecutado por la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA).
Al ser consultado por la declaración del facultativo, el magistrado sostuvo que la conocía desde hace algún tiempo, y reconoció que de ella derivaron diversas diligencias, varias ya realizadas y otras en proceso.
«Mi opinión es que hubo un agente químico externo. Pero no puedo decir qué fue, quién lo puso, cómo lo pusieron», dijo el doctor Larraín en recientes entrevistas televisivas.
Madrid, quien hasta a la fecha ha reunido 13 tomos de expedientes en su indagatoria, afirmó que la declaración del médico «ayuda a reforzar la investigación», y que la validez de sus dichos se apreciará en los fallos que se elaboren.
«(El homicidio) está dentro de todas las hipótesis», afirmó, junto con precisar que la causa que instruye se centra en aclarar las circunstancias que rodearon a la muerte, «sin aventurar ningún juicio». «No puedo afirmar ni negar nada», enfatizó el juez.
Mientras tanto, el abogado Pablo Rodríguez, defensor de Pinochet, consideró como «injuriosas» las declaraciones de la hija del ex mandatario demócrata cristiano, la ex senadora Carmen Frei, que lo involucran en la muerte de su padre.
El profesional dijo tener «la certidumbre más absoluta de que la muerte del presidente Frei se debió a razones médicas y en ningún caso a una intervención de terceros».
el viernes, la presidenta Michelle Bachelet abogó por el rápido esclarecimiento del proceso, «porque eso es algo que necesita no sólo la familia Frei, sino también todo Chile».
Por su parte, Soledad Alvear, presidenta de la Democracia Cristiana (partido al que perteneció Frei), dijo que «los horrores de la dictadura llevaron al parecer, según los nuevos antecedentes, a que también mataran a un ex Presidente de Chile».
Santiago de Chile, 20 de agosto 2006
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