En la ocasión estuvieron presentes Isabel Margarita Morel, viuda de Letelier y uno de sus hijos, José Letelier Morel. Asimismo, asistieron miembros de la Mesa Directiva del partido, senadores, diputados; Eduardo Abedrapo, vicepresidente de la DC; Sergio Bitar, presidente del PPD, Sergio Velasco, secretario general del PRSD; el ministro secretario general de gobierno, Ricardo Lagos Weber y el canciller subrogante Alberto Van Klaveren.
Una participación especial le cupo a alumnos de la escuela municipal de El Bosque, que lleva el nombre del ex canciller Orlando Letelier.
Orlando Letelier fue un patriota ejemplar y es un orgullo del Partido Socialista. Cuando la dictadura dictó un decreto privándolo de su nacionalidad, respondió: nací chileno, soy chileno y moriré chileno, dijo el presidente del PS, Camilo Escalona.
Fue un estadista que defendió a su país con rigor y firmeza. Tras el golpe, fue un luchador por la unidad y un constructor de entendimientos para aunar el máximo de fuerzas para derrotar la dictadura y la barbarie y recuperar la democracia. Era un liderazgo ascendente, por eso lo asesinaron.
Orlando Letelier es un símbolo para la justicia, ya que su sacrificio no fue en vano. Representa la derrota de la impunidad, ya que pensaron su crimen para aterrorizar y para que sus asesinos nunca respondieran por lo que hicieron. Pero los tribunales chilenos, gracias, en especial al trabajo incansable de su familia, finalmente juzgaron a los asesinos y Manuel Contreras tuvo que ir a la cárcel, expresó el senador socialista.
Sólo falta uno: el jefe de la dictadura. Aquel que por decreto constitucional otorgado por el Congreso de facto de los cuatro comandantes en jefe le otorgaba la autoridad sobre la DINA. Sólo hace falta que sea juzgado, afirmó Escalona.
Tal vez, ahora que se ha ido rompiendo el pacto del silencio de los violadores de derechos humanos, ahora que Manuel Contreras está en la cárcel, que debe estar pensando que ese crimen fue un error, porque no lograron detener la historia, ahora que está abandonado, custodiado en un recinto penal, tal vez se atreva a decir lo que no dijo durante el juicio que los tribunales chilenos llevaron a cabo y que lo condenaron, señaló.
Falta uno por dilucidar su responsabilidad. En muchos casos por violaciones a los derechos humanos ha debido declararse demente para eludir la acción de la justicia. Sin embargo, el tiempo ha demostrado que su paso no es estéril y que muchas veces, a final de cuentas, se cumple esa vieja aspiración de la civilización humana, que la justicia tarda, pero llega, declaró Escalona.
El juicio por el asesinato de Orlando Letelier marcó toda una etapa en la lucha por el Estado de Derecho y por el término de la democracia protegida. De todo ello nos habla este trigésimo aniversario: del momento atroz de su asesinato, de la pérdida irrecuperable de un hombre de excepción, pero también de aquella lucha tenaz, perseverante, aquella de millones de chilenas y chilenos, que permitió abrir paso a la democracia, al restablecimiento del derecho y de la justicia.
En los años 90 se ha escrito por reiterados intelectuales y analistas sobre los artífices de la transición chilena. Naturalmente, se habla de los presentes. Pero la democracia y la transición no es sólo fruto de los que están vivos. Considero que Orlando Letelier es uno de los padres de la transición democrática de nuestro país. Es uno de los artífices de la reconstrucción democrática, desde que fue detenido el mismo 11 de septiembre de 1973, desde que tuvo la voluntad de resistir, de no rendirse frente a ala acción brutal de la fuerza, pero no sólo resistir, sino pensar, tener la inteligencia para abrir paso, poco a poco, a la más amplia fuerza para oponerse a la dictadura, dijo Escalona.
Santiago de Chile, 22 de septiembre de 2006.
Crónica Digital
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