El grupo de antibelicistas, que se reunió desde el sábado pasado en la Isla caribeña, realizará su protesta en las inmediaciones de ese enclave militar, territorio del extremo oriental de Cuba que Washington usurpa contra la voluntad de los cubanos.
En ese lugar permanecen encarcelados desde el 11 de enero de 2002 unos 400 presuntos miembros de la red terrorista Al Qaeda, sin amparo legal alguno y sin que hasta la fecha la Casa Blanca les haya realizado juicio.
La vigilia y servicio religioso de este jueves 11 de enero coincide con el Día Internacional para exigir el cierre de ese penal, afirmó Medea Benjamín, integrante de la delegación de pacifistas.
Esa activista viajó a Cuba junto a Cindy Sheehan, llamada «Mamá de la Paz» tras su campaña para exigir el cese de la guerra en Iraq, donde murió su hijo, el soldado norteamericano Casey Sheehan.
Benjamín, cofundadora de las organizaciones Código Rosado y Mujeres por la Paz, apuntó que la pretensión del presidente Bush de enviar 20 mil soldados más a Iraq es otra muestra de su política equivocada, llena de venganza e irrespeto al derecho internacional.
Los pacifistas, que viajaron hasta Guantánamo, a 910 kilómetros al este de La Habana, para exigir el cierre de ese centro de torturas en la ilegal base norteamericana, denunciaron el belicismo y el irrespeto de las leyes internacionales por parte de la Casa Blanca.
Asif Iqbal, un joven británico de origen paquistaní, ex prisionero en la cárcel de Estados Unidos en Guantánamo, brindó sus testimonios a los asistentes al evento internacional contra la tortura y la guerra realizado la víspera en esa oriental provincia cubana.
Iqbal, quién afirmó que el único terrorista que él conoce en el mundo es George W. Bush, recordó las humillaciones y maltratos sufridos en esa base norteamericana.
El joven musulmán aseveró que fue detenido en medio de la calle, sin ningún cargo en su contra, y luego fue víctima por más de dos años de torturas y tratos denigrantes.
Por su parte, Zohra Zewawi y Taher Deghayes, madre y hermano de Omar Deghayes, uno de los prisioneros en Guantánamo, denuciaron la ilegalidad de la política de Washington y declararon su emoción por marchar hasta las inmediaciones del enclave militar.
Ellos forman parte del grupo de pacifistas norteamericanos que pujan por el cese de la guerra y el cierre de esa cárcel ilegal.
Esos ciudadanos de origen árabe viajaron desde Dunbai, pasando por El Cairo y Madrid, para llegar a La Habana a reclamar justicia junto a los luchadores contra el guerrerismo de Estados Unidos.
Zewawi y Deghayes ratificaron la inocencia de su hijo y hermano y agradecieron al pueblo cubano la solidaridad recibida en estos días.
Ambos se pronunciaron por el cese de las torturas, porque se haga un proceso justo y sea clausurado un centro de reclusión que no le hace bien a Estados Unidos ni a ningún otro país.
La Coronel (retirada) del ejército norteamericano Anne Wright denunció que han sido formalmente acusados sólo diez de las más de 700 personas que han sido literalmente secuestradas en el recinto carcelario estadounidense de Guantánamo.
Hoy permanecen allí unos 400 prisioneros sin amparo legal alguno, maltratados y vejados, señaló Wright.
La administración Bush ha socavado los valores de justicia y debido proceso para todo prisionero, que caracterizaron el sistema judicial de mi país, afirmó.
La Habana, 11 de enero 2007
Prensa Latina , 0, 17, 7