Los restos mortales de Larriva y su hija Claudia, de 17 años, que se encuentran en Cuenca, su ciudad natal, recibirán este viernes sepultura cristiana en el cementerio municipal de ese territorio de la provincia de Azuay.
La titular, Claudia y otros cinco oficiales de las Fuerzas Armadas murieron la noche del miércoles pasado al chocar dos helicópteros en pleno vuelo en las cercanías de la base militar de Manta, en Manabí.
Ultimos informes de la Fuerza Armada revelan que el helicóptero en el cual viajaba Larriva chocó con otra aeronave cuando se trasladaban hacia la más importante instalación castrense de la costa ecuatoriana.
Tras la colisión, los féretros de la ministra, su hija y del jefe de la base de Manta, teniente Coronel Marco Goltaire, recibieron un homenaje póstumo en el Colegio Militar «Eloy Alfaro» de esta capital.
Su familia decidió posteriormente trasladar los cuerpos de Larriva y su hija a Cuenca, donde desde ayer rinde un último tributo, ante de su sepultura, a la cual asistirán el presidente del país, Rafael Correa, el gabinete de ministros y personalidades internacionales.
En medio del duelo nacional de tres días, decretado ayer por Correa, militantes socialistas, partido al que pertenecía la fallecida titular, responsabilizaron a las Fuerzas Armadas de «no cuidar a nuestra ministra».
Líderes de esta formación manifestaron dudas por las circunstancias en que se registró el accidente aéreo y demandaron una exhaustiva investigación, con la participación de expertos extranjeros.
Tal reclamo fue aceptado por el mandatario de Ecuador, quien creó una comisión con participación internacional para conocer las verdaderas causas de ese lamentable hecho.
Sin embargo, la incertidumbre continúa entre los socialistas y grupos de izquierda, que temen ahora por la vida del dignatario Correa y el resto de los ministros.
Precisamente, ayer cuando cientos personas se concentraron en las afueras del colegio Eloy Alfaro para despedir a la ministra de Defensa, grupos de personas coreaban «peligras presidente» y «a cuidar a los ministros».
Blanca Chancoso, líder del movimiento indígena Ecuarunari, destacó que tiene derecho a mantener duda sobre las causas del accidente aéreo.
Al igual que la dirigente indígena, Alexis Ponce, vocero de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos, resaltó la necesidad de esclarecer algunos «cabos sueltos» de ese accidente aéreo.
Hay que saber porque la no presencia de su edecán en su vuelo o que Larriva fuera llevara a presenciar ejercicios militares nocturnos, «que no son usuales», señaló.
La ministra, de 50 años, fue la primera mujer y civil en ocupar el ministerio de Defensa de Ecuador, cargo que desempeñó apenas nueve días.
Quito, 26 de enero 2007
Prensa Latina , 0, 30, 11