El portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, señaló hoy que la economía nacional experimenta un golpe serio debido a las nuevas medidas punitivas occidentales, pero aseguró que el país cuenta con un margen de seguridad.
“Hay un margen de seguridad, hay potencial, hay planes. Se lleva a cabo un trabajo enérgico. Nos mantendremos en pie”, puntualizó el alto funcionario ruso en declaraciones a los medios de comunicación.
Amplió que las autoridades de la nación calcularon todas las posibles sanciones que podrían imponerse contra el país, desde las más leves hasta las más severas.
El jefe de prensa del Kremlin se refirió a la importancia de las nuevas medidas económicas implementadas por el país para hacerle frente, dijo, al carácter hostil de las acciones en su contra desde el exterior y a la necesidad de minimizar los riesgos.
“Hay ciertas acciones de naturaleza hostil que están tratando de sacudir y socavar la integridad de nuestra economía. Bajo estas condiciones, se están tomando esas medidas que ayudarán a minimizar los riesgos y las consecuencias”, apuntó.
Según Peskov, dado que las restricciones contra Rusia no tienen precedente, el país “debe actuar con dureza, consideración y claridad”.
Advirtió que la realidad hace imposible por el momento la puesta en marcha del gasoducto Nord Stream 2, pero aclaró que la infraestructura técnica y logística del proyecto está lista y no se irá a ninguna parte.
En su opinión, “el sentido común y la viabilidad económica hablan claramente de la necesidad de poner en marcha esta infraestructura lo antes posible”.
Peskov manifestó que el Kremlin espera que la “histeria pase tarde o temprano”, y que la sustituya “una evaluación sobria de la situación”.
El presidente ruso, Vladimir Putin, firmó un decreto el pasado 28 de febrero para implementar medidas económicas especiales debido a las sanciones, entre las que se prohíbe a nacionales y empresas del país transferir divisas a cuentas en el extranjero.
Establece que los residentes rusos no pueden otorgar préstamos a extranjeros en monedas foráneas y los exportadores tendrán que convertir en rublos el 80 por ciento de sus ingresos en divisas obtenidos a partir del 1 de enero de 2022.
Asimismo, desde el 1 de marzo, los residentes rusos no pueden transferir fondos a cuentas extranjeras, ni pagar préstamos en bancos en el exterior. Por otra parte, las empresas podrán rescatar las acciones en circulación solo si se cumplen ciertas condiciones hasta el 31 de diciembre.
El decreto recoge que las acciones deberán cotizarse y su valor no deberá disminuir en 20 por ciento dentro de los tres meses siguientes al 1 de febrero de 2022. Además, las entidades estarán obligadas a notificar al Banco Central su compra.
Después que el mandatario ruso anunció una operación militar en Ucrania el pasado 24 de febrero, Occidente arreció sus sanciones económicas y personales contra la nación euroasiática.
Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Japón y los países de la Unión Europea apuntaron a sectores claves del comercio, las finanzas, la energía, las exportaciones y la aviación de Rusia.
Las medidas unilaterales se extendieron al propio jefe de Estado y al ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, establecieron la desconexión de algunos bancos del sistema Swift, el cierre del espacio aéreo europeo y de otros países para sus aerolíneas y la paralización de las reservas internacionales del Banco Central de Rusia.
Moscú, 2 de marzo 2022
Crónica Digital/PL
