José de Gregorio, vicepresidente de la institución bancaria, dijo que esa es una medida que está contemplada sólo para casos muy especiales y, por ahora, no se ha considerado necesaria.
Chile tiene un sistema de flotación libre del tipo de cambio desde septiembre de 1999.
«Tenemos una política de tipo de cambio flexible que en circunstancias especiales nosotros podríamos ver que es necesario generar una intervención, pero esa situación no ha ocurrido», declaró el funcionario.
El peso se ha apreciado fuertemente en las últimas semanas debido al aumento en el precio del cobre, el principal producto de exportación del país y que ha alcanzado nuevos máximos históricos (por sobre 2,0 dólares la libra) por una voraz demanda de China.
Al intervenir en un seminario de la poderosa Sociedad de Fomento Fabril (SOFOFA), De Gregorio sostuvo que las intervenciones en muchos casos son en el mediano y corto plazos inefectivas y mucho de esto depende de qué es lo que está ocurriendo en el mercado.
El peso chileno amaneció a 525,30 por dólar, con un alza del 0,32 por ciento frente al cierre del viernes. En lo que va del segundo semestre, la moneda local acumula un avance frente a la divisa norteamericana de 10,03 por ciento.
La caída del dólar resta competitividad al sector exportador, fundamentalmente a las pequeñas y medianas empresas, muchas de las cuales se encuentran al borde de la bancarrota, según fuentes del gremio, que han insistido ante el gobierno para que intervenga.
De Gregorio dijo que el Banco Central evalúa permanentemente la marcha de la economía y las circunstancias que afectan al mercado cambiario, «si son movimientos realmente de desanclaje de mercado o son situaciones que responden a factores más fundamentales».
El ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, señaló la pasada semana que el gobierno intervendría sólo en el caso de que se apreciaran especulaciones en el mercado cambiario y ese no era el caso.
Santiago de Chile, 22 de noviembre 2005
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