El antígeno es obra de científicos del Instituto Finlay, lugar donde se creó hace 20 años la vacuna antimeningocóccica B, el centro de Ingeniería Génetica y Biotecnología (CIGB) y el laboratorio de reactivos químicos de la Universidad de La Habana.
Contenida en una cápsula inyectable, el producto inmunizará a los niños contra el tétanos, tos ferina, difteria, hepatitis B y el Haemophilus influenzae, causante de la meningoencefalitis, de gran letalidad en el mundo entre los menores de un año.
El estudio clínico realizado en Villa Clara concluyó después de su aplicación en 500 niños, quienes resultaron inmunizados de las citadas dolencias.
De acuerdo con declaraciones a la prensa del doctor Luis Herrera, director del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, los resultados permitieron constatar que el nuevo producto no produce reacciones adversas.
La niñez cubana recibe desde su nacimiento los beneficios de un programa nacional de vacunación que la protege de 13 enfermedades prevenibles y ya contaba con anterioridad con los beneficios de Va-mengoc B y de una vacuna tetravalente, creada por la ciencia nacional.
El pasado año se inauguraron varios centros productores de vacunas, que responden al interés de desarrollar tecnologías de punta en la producción de fármacos y medicamentos.
Cuba prepara una vacuna contra el cáncer de pulmón, en fase de prueba final por científicos del Centro de Inmunología Molecular, así como vacunas y anticuerpos que protegerán contra neoplasias de cuello, cabeza, colon y próstata.
Recientemente se dio a conocer la producción de un nuevo medicamento que beneficiará la terapéutica contra la hepatitis C, una dolencia con un porcentaje de cronocidad de hasta el 80 por ciento de los infectados, y que puede evolucionar hacia la cirrosis hepática.
La terapéutica cubana de la hepatitis C debe conducir a la curación total de la enfermedad, con la erradicación de las lesiones que la dolencia ocasiona en el hígado.
La Habana, 21 de marzo 2006
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