Luego de las críticas que suscitó la ausencia de los denominados temas valóricos en la «carta de navegación» anunciada por Bachelet el domingo para los cuatro años de su mandato, La Moneda optó por descartar de su agenda los aspectos polémicos en el debate oficialista.
La ministra secretaria general de la Presidencia, Paulina Veloso, insistió que los parlamentarios son libres de plantear los proyectos que deseen, pero en el caso del Ejecutivo, este no promoverá iniciativas que atenten contra la unidad del conglomerado.
El debate en cuestión se refiere a proyectos de ley promovidos por sectores progresistas de la coalición, fundamentalmente de los partidos Socialista (PS) y por la Democracia (PPD), sobre eutanasia y aborto terapéutico, temas que en el poder político se consideran tabúes.
La gota que colmó el vaso se originó la pasada semana cuando el líder de la Cámara Baja, Antonio Leal (PPD), admitió a discusión una propuesta de socialistas y pepedistas sobre la eutanasia, fuertemente rechazada por la Democracia Cristiana (DC) y la derecha opositora.
La bancada de la Alianza presentó una moción de censura contra la mesa directiva del órgano legislativo, que en principio fue apoyada por la DC y que hubiera representado la salida de Leal de la presidencia y hubiera dejado al gobierno en una difícil posición.
Sólo la intervención del Ejecutivo permitió frustrar la maniobra, al convencer a la DC -que amenazó incluso con retirarse de la coalición- que votara contra la censura, pero a cambio de no promover iniciativas relacionadas con los denominados temas valóricos.
El jefe de la bancada de senadores de la DC, Hosain Sabag, advirtió que el conglomerado «daría un triste espectáculo de desunión y terminará farreándose a las mayorías que tiene en ambas cámaras», si legisladores del PS y PPD insisten en promover agendas propias.
Calificó como «provocación» que a poco de haberse «apagado un incendio» -provocado por el proyecto socialista de la eutanasia- los senadores Carlos Ominami (PS) y Guido Girardi (PPD) anuncien otro sobre aborto terapéutico, «que también atenta contra la vida».
Giraldi, por su parte, ripostó que «el día que me quieran imponer una visión, la Concertación se termina» e insistió en la necesidad de abrir la agenda del gobierno pese a los riesgos de un cisma partidista al interior de la Concertación.
«Vamos a plantear una agenda de temas que a nuestro juicio debieran analizarse en el Congreso, temas representativos como la contaminación, la obesidad infantil, la discriminación indígena, que interesan a la ciudadanía y que para ello nos eligieron», señaló.
También para Ominami las amenazas de la DC causaron molestias y constituyen posiciones extremas que atentan contra la unidad de las fuerzas gobernantes. «La DC ha buscado protagonismo por la vía de tensionar la convivencia del pacto», apuntó.
Señaló que existe una situación compleja en la Concertación, producto de la competencia electoral que se vive no sólo en relación con las fuerzas opositoras, sino dentro del propio oficialismo.
Al rechazar las críticas de la oposición, la ministra Veloso evitó pronunciarse en detalle sobre su posición contraria o a favor de iniciativas como la eutanasia y el aborto terapéutico, que concita un apoyo mayoritario en la población, incluyendo a los católicos.
Santiago de Chile, 23 de mayo 2006
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