En los albores de la democracia , las empresas del país comenzaron por motivos de seguridad para sus trabajadores, un camino que a simple vista parecía una solución de lo mas practica y segura , esto era que los trabajadores en el final del mes o en la quincena, no salían con el dinero de su remuneración en el bolsillo, esto generaba una gran confianza en la masa trabajadora, es así que oficinistas, obreros profesionales recibían directamente en una cuenta corriente, vista o ahora ultimo cuenta Rut , en un pequeño plástico todo el esfuerzo de un mes de trabajo, y es así que cada persona dentro de su ámbito tenía la posibilidad de hacer giros electrónicos o pagos por caja en tiendas de ropa, calzado, peluquería, servicentros, supermercados, en la consulta del médico y hasta en el boliche de la esquina, hacer el pago del servicio solicitado. Independiente de todo lo antes dicho, las personas necesitan el papel moneda en su bolsillo ya que no todo se puede pagar con la tarjetita de plástico, que tan cómoda puede resultar. Para pagar un peaje, un kilo de papas en la feria, una linda reineta o merluza en la caleta, las Luquitas para el jardinero, la compra de oportunidad en el persa y así una infinidad de transacciones domesticas, como la mesada para el hijo o un par de Lucas, para lo que olvidaste comprar en el supermercado, se requiere de Lucas vista, contantes y sonantes.
Con el pasar de los años y con el acostumbramiento al sistema de cajeros automáticos, que nos simplificaban tanto el quehacer diario, cada vez que necesitábamos dinero en efectivo y salíamos sin siquiera pensar que no lograríamos nuestro objetivo, íbamos raudamente a la bomba de bencina a la farmacia o al supermercado más cercano para hacer el giro que precisábamos hacer, era tanto el acostumbramiento que si no lográbamos el prepósito, podíamos llegar a hacer un escándalo a quien estaba a cargo del cajero automático al cual aviamos recurrido. Hoy sin embargo es una tarea titánica encontrar un cajero automático que esté funcionando, mas allá de que esté funcionando es que tenga dinero, esta tarea hoy por hoy resulta una tarea bastante difícil, hay lugares en donde hay hasta siete cajeros automáticos y todos fuera de servicio, como es el caso de la comuna de Paine en donde me di el trabajo de recorrerlos uno a uno para constatar el hecho de que no funcionaba ninguno, el otro lugar como es lo Barnechea, en la calle el rodeo con la av. la dehesa en el supermercado líder desde el mes de septiembre que los cajeros que se encuentran dentro del supermercado y el que está a la entrada del mismo no funcionan. No quiero caer en la exageración pero cuando me desplazo en la tarde a mi domicilio escucho la radio universo, el programa la hora del taco, y es allí donde me doy cuenta de que este problema es más grave de lo que pudiera parecer, la cantidad de twits que leen Esnaola y lira de personas que se quejan de la ausencia de este servicio a lo largo y ancho de nuestra capital es enorme.
Este servicio que nos resultaba tan practico, se transformo definitivamente en un problema que crispa el ánimo de las personas, y yo me pregunto ¿a quién responsabiliza la gente de este problema?, al gobierno, a quien más, y yo me pregunto ¿ de quién es la responsabilidad de mantener estos aparatos operativos? y mi respuesta es, el responsable de la banquerizacion de los sueldos de los trabajadores son los empresarios y la propia banca que hoy atornilla al revés y no cumple con su obligación de mantener sus propios cajeros operativas aquí y en la quebrada de del ají, y si me pongo un poquito quisquilloso, encuentro que todo este problema tiene un tufillo a sabotaje de parte de los señores banqueros hacia el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet..
No hay que ser muy perspicaz para darse cuenta de que a estos señores, mas la derecha económica les acomoda ver a un gobierno reformista como al que la mayoría de los chilenos elegimos. Con problemas en las calles con apoderados que quieren pagar la educación de sus hijos, otros que no quieren represas que generen electricidad, otros enojados por los cajeros que no funcionan. Un grano de arena nos puede hacer perder un ojo, hay que cuidar la vista y hay que cuidar a la presidenta Michell Bachelet de los cuervos que están parados en los cables del tendido publico frente a la Moneda.
Por Miguel González Jara
Crónica Digital, 10 de noviembre 2014
no supe como operar esta< cosa para comentar tu columna, pero en todo caso me siento totalmente identificada con tu visión de esta situación