Livia Grácola, coordinadora del Frente Acción Mujer del Partido Humanista (PH), llamó a Bachelet a gobernar «de cara a la gente» y «de espalda» al Fondo Monetario Internacional (FMI) y a los Tratados de Libre Comercio (TLC).
«Esto requiere de un enorme acto de valentía, requiere un acto heroico de dar respuestas a las demandas de la gente y no a la rapiña de los poderosos», sostuvo la dirigente del PH, integrante del pacto de izquierda Junto Podemos Más.
Durante una ceremonia por el Día Internacional de la Mujer, que se celebrara el 8 de marzo próximo, Grácola subrayó que los cambios no pasan sólo por un tema de género, sino de todo un modelo que tiende a ser violento y discriminatorio.
«Hay un modelo instalado, que lo consideramos violento y de no cambiar ese modelo, consideramos que es difícil que una mujer, que una persona, pueda cambiar el sistema, además si ella no le quiere dar la espalda al FMI, las cosas seguirán igual», recalcó.
A su vez, la presidenta de la Fundación Laura Rodríguez, Mónica Toro, afirmó que como agrupaciones sociales y políticas estarán en un papel vigilante a lo que ocurra en los próximos cuatro años, en que Bachelet llevará las riendas del país.
«No queremos ser aguafiestas, pero sí estamos alertando a la gente sobre que si no se empiezan a cumplir las promesas que hizo Bachelet durante su campaña, aquí no va a pasar nada, no tendremos soluciones y seguiremos en las mismas, para lo cual debemos estar alertas», apuntó.
Subrayó que mientras los medios muestran imágenes de mujeres perfectas, existen miles que están pasando por serios problemas de sobrevivencia para alimentar a sus hijos, o son asesinadas por la violencia familiar que impera en el país.
Bachelet nombró un gabinete integrado a partes iguales entre hombres y mujeres, al tiempo que anunció un nuevo estilo de hacer política en Chile, pero sin hacer cambios estructurales en el sistema económico que administran los gobiernos de la Concertación desde 1990.
La presidenta electa prometió trabajar por la eliminación de la «escandalosa» desigualdad social que impera en Chile, uno de los países de peor distribución de ingresos en mundo, el reconocimiento de los pueblos originarios y un cambio en el excluyente sistema electoral.
Santiago de Chile, 6 de marzo 2006
Crónica Digital/PL
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