En la carta dirigida a la presidenta Michelle Bachelet, Hirsch solicitó la atención de la mandataria «ante los preocupantes hechos que hoy afectan y amenazan la vida de 4 hermanos mapuche que se encuentran en calidad de reos en la ciudad de Temuco».
En al misiva se recalcó que «Esta situación, que ya ha trascendido al ámbito internacional por la brutalidad de los métodos que se están empleando en contra de ellos y de quienes solidaria y legítimamente adhieren a su causa, conmueve al país y trae a la memoria ciudadana los peores recuerdos de épocas que todos quisiéramos superar».
Para poder hacer entrega de la carta en la sede de Gobierno, Hirsch junto a dirigentes sociales, tuvieron que esperar más de una hora para poder flanquear las barreras de contención instaladas en la plaza de la Constitución.
En la misiva se hace mención a los fundamentos y las consecuencias del juicio y como la condena de «Patricia Troncoso, Juan y Jaime Marileo y Juan Huenulao nos resultan incomprensibles y aberrantes. A nadie le cabe hoy en razón el uso de una ley creada en los más sórdidos momentos de nuestra historia reciente para aplicarla, con todo su rigor, a quienes forman parte del eslabón más débil de nuestra sociedad. La Ley antiterrorista que se ha esgrimido para condenar a cuatro comuneros, fue el fruto de mentes afiebradas que sólo pudieron utilizarla gracias a la suspensión temporal del estado de derecho y a la violencia estatal institucionalizada durante la dictadura en nuestro país.»
En los siguientes párrafos se señaló que no solo en el país se esta cuestionando el fallo judicial, ya que esta situación ha trascendido internacionalmente mediante el informe del «relator especial de Naciones Unidas sobre la situación de los derechos humanos y las libertades fundamentales de los indígenas, Rodolfo Stavenhagen»
En la carta entregada a Bachelet, que hoy por la tarde viaja con destino a Europa, se le solicita que «en el uso de sus facultades presidenciales e inspirada por los más altos valores de la compasión y de la justicia, disponga el otorgamiento de la libertad inmediata a los cuatro comuneros cuyas vidas peligran y cuyas acciones deben ser entendidas en otros contextos, muy ajenos a la justicia militar que se les pretende aplicar y muy cercanos, a la vez, de las aspiraciones que hoy animan a los pueblos de América.»
Santiago de Chile, 8 de Mayo 2006
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