En un encuentro convocado el fin de semana por el Partido Socialista (PS), destacados economistas de varias tendencias políticas concordaron en que el gobierno debe encausar los recursos extras que se obtienen por esa vía en emprendimientos productivos.
La jornada de reflexión estuvo centrada en la actual coyuntura económica de Chile y, en particular, cómo gastar adecuadamente los importantes recursos que está generando el alto precio del mineral para potenciar el futuro crecimiento del país.
El encuentro reunió a tres expositores: Ricardo French Davis, por la Comisión Económica de la Democracia Cristiana -principal partido de gobierno-; Jorge Marshall, director de la Fundación Expansiva; y Luis Enrique Escobar (PS), ex funcionario del Fondo Monetario Internacional.
Los tres coincidieron en la necesidad de generar una mirada estratégica de más largo plazo y criticaron la carencia de una discusión profunda, que vaya más allá de lo coyuntural o del período de cuatro años de la actual administración.
Destacaron que la bonanza en los precios del metal rojo -principal recurso natural del país- dejará a fines del 2007 tres mil 500 millones de dólares extras, incluso cumpliendo la regla estructural de reservar el uno por ciento del superávit fiscal.
«Debemos aprovechar esa oportunidad histórica y el consenso social alcanzado para avanzar en mayores niveles de igualdad», sostuvo French Davis, una opinión generalizada en sectores de izquierda y progresistas dentro y fuera del gobierno de Bachelet.
Para los economistas, la sociedad chilena presenta «importantes niveles de desigualdad», que no han mejorado sustantivamente en los últimos 30 años, y un mercado del trabajo que muestra una tremenda inestabilidad.
Según cifras oficiales, al menos un 70 por ciento de los empleos que obtienen actualmente los trabajadores son mal remunerados y no duran más allá de seis meses, cuadro que redunda en una demanda ciudadana de mayor protección social.
Tras señalar que es necesario dar respuesta a esa demanda de protección social -que va en línea con lo que plantea la presente administración- insistieron en la urgencia de sentar las bases para generar un reimpulso de la capacidad productiva del país.
En este contexto, se refirieron al imperativo de fomentar el emprendimiento y, particularmente, dar un importante apoyo a la pequeña y mediana empresa, principal generadora de empleo, y el sector más golpeado por las políticas económicas de los últimos gobiernos.
Los profesionales calcularon que incluso bajo una premisa conservadora en cuanto a los precio del cobre, el país tendrá mayores recursos por unos 15 mil millones de dólares hacia fines del 2007 y por unos 20 mil hacia el 2010.
De estos, podría contar con una disponibilidad adicional de tres mil 500 para gastar hasta finales del año entrante, a partir de los estimados de los precios promedios del metal rojo y los acumulados por el crecimiento económico (5,0 por ciento).
French Davis sostuvo que aunque resulte polémico para algunos sectores «hay que plantearse la revisión de aspectos del modelo económico actual, a fin de enfrentar adecuadamente las desigualdades sociales del país y generar nuevos instrumentos de desarrollo productivo».
Marshall, por su parte, apuntó que la bonanza actual debe enfocarse hacia el mercado del trabajo y en la educación, «que son las que inciden más directamente en la equidad social y la productividad».
Hay que hacer correcciones -indicó- porque la capacitación llega a los trabajadores y las grandes empresas de los segmentos más ricos del país y no a quienes tienen mayor problema de empleo.
Santiago de Chile, 4 de julio 2006
Crónica Diigtal/PL , 0, 76, 12