En un intermedio del consejo de Gabinete, que sesionó en Cerro Castillo, sede del Ejecutivo en Valparaíso, el vocero Ricardo Lagos Weber desechó una iniciativa en tal sentido, formulada por el ex candidato presidencial Sebastián Piñera.
«No me parece, porque lo que hay hoy en día es un Parlamento chileno, un proyecto de ley presentado por el gobierno para reformar la Constitución y un proyecto para reformar el sistema electoral», apuntó.
Señaló que lo que cabe ahora es que «cada uno cumpla su palabra, aquellos que en algún minuto pretendían encabezar la nación que ordenen a su gente para conversar respecto a una reforma al sistema electoral», que «a todas luces es injusto y poco representativo de la sociedad».
Respecto de la posibilidad de zanjar el tema a través de un plebiscito, como proponen sectores del gobierno y la izquierda extraparlamentaria, el vocero se inclinó por agotar la instancia parlamentaria y una vez más emplazó a la oposición en ese sentido.
«Lo concreto y lo relevante no es si hay o no plebiscito es que aquellos que dijeron una palabra en diciembre del año pasado ante las cámaras de televisión de todos los chilenos cumplen o no cumplen su palabra. A eso los estamos convocando», subrayó.
El ex aspirante presidencial de la derecha llamó hoy a instalar una mesa de diálogo ampliada para discutir, con todas las fuerzas políticas y de la sociedad civil, «un acuerdo amplio y sólido, para perfeccionar nuestra democracia».
En ese sentido, aseguró que la decisión final de Renovación Nacional (RN), partido que integra la Alianza por Chile junto con la Unión Demócrata Independiente (UDI), es concurrir a un diálogo para perfeccionar el sistema binominal.
Sin embargo, la idea del multimillonario empresario no fue bien recibida por sus socios de la Alianza derechista, que expresaron seguirán trabajando a nivel de las directivas partidarias para mantener una posición única.
El cambio del sistema electoral binominal, impuesto por el ex dictador Augusto Pinochet antes de entregar el gobierno en 1990 para asegurar un poder de veto a la derecha en el Congreso, es una de las promesas emblemáticas de Bachelet durante su campaña electoral.
Para cambiarlo, se requiere el voto favorable de cuatro séptimos de los parlamentarios en ambas cámaras del Congreso, que la coalición de gobierno no podrá reunir sin el apoyo de la oposición.
Santiago de Chile, 29 de junio 2006
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