Esa posición fue expresada por el vicepresidente cubano Carlos Lage al inaugurar aquí los trabajos de la reunión ministerial previa a la Cumbre de Jefes de Estado de los NOAL, prevista el viernes y sábado próximos.
Lage precisó que la cita de La Habana tiene lugar en momentos en que una nación ejerce presiones, se considera con el derecho de invadir cualquier país para alcanzar sus objetivos y conduce al mundo a su propia destrucción.
Sostuvo que el neoliberalismo ha creado la nueva categoría de «sobrantes humanos» y advirtió que se quiere imponer una verdadera dictadura mundial mediante la guerra y el poder económico, «pretendiendo desfigurar la realidad con un discurso intolerante».
Asimismo, denunció las agresiones de Israel contra el Líbano y Palestina y defendió el derecho de las naciones a acceder a la energía nuclear con fines pacíficos.
El terrorismo -dijo- es consecuencia de la injusticia, la falta de educación y cultura, la pobreza, la desigualdad, la humillación sufrida por naciones enteras y el desprecio y subestimación de una creencia y no de ideologías radicales que deban ser barridas con bombas y misiles.
El vicepresidente cubano instó a luchar por un nuevo orden internacional más justo y equitativo en el cual prime un trato especial y diferenciado para los países del tercer mundo.
«Las actuales organizaciones financieras internacionales están desacreditadas e incapacitadas para comprender y dar respuesta a nuestros problemas» y deben ser abolidas y sustituidas por otras, añadió.
Lage subrayó que la Organización de Naciones Unidas debe ser reformada y convertida en un verdadero instrumento de cooperación y paz, que pueda cumplir los principios rectores de su carta.
Igualmente reclamó la ampliación del Consejo de Seguridad, la modificación de sus métodos de trabajo, hacer más transparentes sus deliberaciones y erradicar «el humillante privilegio del veto».
«Somos no alineados a las guerras, al terrorismo, la injusticia, las desigualdades y los dobles raseros y alineados con la paz y la justicia», sentenció y exhortó a luchar por «un mundo en que sea impensable la agresión y la ocupación de país algunO».
Recordó que para muchos alguna vez fue imposible el fin del colonialismo, la derrota del facismo, la victoria de Vietnam y la desaparición del apartheid y consideró que «lo mejor de la historia del hombre es la realización de sueños que parecían imposibles».
Con relación a Cuba, Lage recordó que en la década de 1990 la revolución cubana vivió los años más difíciles de su historia y «hoy vivimos el más seguro y prometedor momento».
La Habana, 13 de septiembre 2006
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