Hastert, tercera figura en línea después del presidente y el vicepresidente del país, recibe un fuerte cuestionamiento por presuntamente ocultar el caso Foley por cerca de tres años.
La situación alcanza tal magnitud que domina los canales informativos, prensa, radio y televisión en Estados Unidos, en detrimento de temas como Iraq y la lucha contra el terrorismo.
Por ejemplo, un recorrido del presidente George W. Bush por varios estados, pasó a un segundo plano pese a que este arreció sus ataques contra los demócratas a los que culpa de débiles para enfrentar la seguridad del país.
La madeja en torno a Foley se complicó más la víspera cuando el ex parlamentario dio a conocer que fue abusado por un religioso durante su adolescencia.
El caso cobró más importancia tras conocerse los resultados de una consulta que afirma que la oposición amenaza con retomar el control de la Cámara de Representantes.
La encuestadora Zogby indicó un control de los demócratas en 11 de las 15 circunscripciones consideradas claves para ganar la Cámara el 7 de noviembre.
Foley es blanco de sus correligionarios quienes defienden al asediado presidente de la Cámara Dennis Hastert, quien debido a un posible encubrimiento recibió varias solicitudes para que renuncie.
El escándalo se ha convertido en el principal tema de conversación nacional, pese a los esfuerzos republicanos de bajarle el nivel a un asunto que puede influir en el voto, incluso del sector más conservador y moralista del partido.
Medios de prensa como The Washington Post, pidieron la víspera que la Cámara de Representantes ordene una investigación privada y examine «la conducta de sus líderes y funcionarios».
Otro como The New York Times recomendó a los votantes ir a las urnas bien informados sobre los eventos y cómo son manejados.
También, el Departamento de Justicia ordenó a la dirigencia de la Cámara de Representantes guardar todas las evidencias relativas a los mensajes electrónicos enviados por Foley a los jóvenes mensajeros.
Por otra parte, el asesor legislativo Kirk Fordham, quien renunció en el staff de Foley, dio a conocer que informó al «speaker» de la Cámara de los problemas del representante hace más de dos años.
La caída de Foley amenaza con desbaratar la estrategia republicana rumbo a los comicios de medio término y de mantener su protagonismo, privará al partido de su principales mensajes, la guerra contra el terrorismo e Iraq.
Washington, 5 octubre 2006
Prensa Latina , 0, 92, 2