El candidato de la Gran Unidad Nicaragua Triunfa, la variopinta alianza de partidos políticos de diferentes tendencias que lidera el Frente Sandinista de Liberación (FSLN) hizo la promesa anoche durante un acto proselitista en un populoso barrio capitalino.
«La del 5 de noviembre no es una simple elección de gobierno, sino una elección que lleva a un cambio de actitud ante la vida, a una Revolución espiritual donde vamos a aprender a respetarnos y a tratarnos como hermanos todos los nicaragüenses», aseveró.
De acuerdo con el ex mandatario (1979-1990), la única posibilidad que tienen los nicaragüenses para acabar con la pobreza que afecta al 80 por ciento de la población es trabajar unidos, en paz y reconciliación.
«Estamos forjando en Nicaragua una nueva cultura del respeto y de la reconciliación», recalcó Ortega en alusión a los acuerdos firmados por su partido con conservadores, ex contras y otros antiguos enemigos políticos.
El líder sandinista, que por tercera ocasión consecutiva aspira a recuperar el poder perdido en las urnas en 1990, aseguró además que la juventud nicaragüense será la encargada de llevar a cabo los cambios que demanda esa nación centroamericana.
Vamos a llegar al gobierno, no para quedarnos con el poder sino para entregarlo a la juventud, que será la encargada de las grandes transformaciones que está demandando la sociedad nicaragüense, expresó Ortega, aclamado por miles de seguidores.
También reiteró su promesa de que en un eventual nuevo mandato sandinista, el 50 por ciento de los cargos públicos serán ocupados por mujeres.
El multitudinario acto celebrado en el barrio Pablo Ubeda, del Distrito V de Managua, forma parte del «peregrinaje» diario del candidato del FSLN por la capital y los departamentos del país para explicar a sus seguidores su programa de gobierno.
Managua, 22 de ocrubre 2006
Prensa Latina , 0, 58, 3