El método utilizado por el grupo de Takashi Tsuji, es el primero en demostrar la posibilidad de reemplazar un órgano, con unas pocas células, según la publicación.
Para crear las piezas dentales, se cultivaron células primitivas en colágeno, una proteína que forma la estructura de los tendones, huesos y tejidos conectivos.
De esa forma se consiguieron dientes con todos sus componentes, al igual que los naturales: esmalte, dentina, pulpa dental, vasos sanguíneos y ligamentos periodontales.
Al injertarse en ratones de laboratorio, los dientes crecieron y funcionaron de forma normal, explicaron los autores del estudio en la revista.
De acuerdo con los expertos, los trasplantes de células madre se han desarrollado para reparar la pérdida parcial de la función de un órgano.
«El fin de la terapia regenerativa es desarrollar mediante la bioingeniería, órganos con un funcionamiento completo, los cuales puedan reemplazar los perdidos o dañados después de una enfermedad, lesión o envejecimiento», escribieron los científicos.
Tokio, 20 de Febrero 2007
Prensa Latina , 0, 20, 10