Aunque no han trascendido detalles de los festejos, que se realizarán el próximo día 11, fuentes de La Moneda señalaron su carácter discreto y no masivo, centrándose en el palacio gubernamental y en un estadio deportivo de esta capital.
Se espera que los ministros, viceministros y demás funcionarios sostengan ese día encuentros directos con los ciudadanos a lo largo del país, con énfasis en la política social del gobierno.
La oposición derechista no ha cesado de criticar al gobierno de la primer mandataria, muchas veces de manera poco constructiva y sin aportar alternativas viables.
El presidente de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Hernán Larraín, por ejemplo, llegó a decir que éste ha sido «un año perdido para el país».
Entre los problemas que señala ese sector con gran fanfarria mediática está la corrupción en varias instituciones del Estado y, más recientemente, la accidentada puesta en marcha de un nuevo sistema de transporte capitalino.
Desde la izquierda, el gobierno de la Concertación Democrática -una coalición de partidos- es criticada esencialmente por incumplir compromisos contraídos durante la campaña presidencial en la segunda vuelta electoral.
Aunque existen conversaciones políticas regulares, dirigentes de la izquierda extraparlamentaria denuncian la exclusión política en que se encuentran y la falta de participación popular en las decisiones principales del país.
Guillermo Teillier, presidente del Partido Comunista de Chile, acusó esta semana al gobierno de incumplir las reformas educacional y previsional, así como la promoción de los derechos de los trabajadores y de los pueblos originarios.
Al reseñar los temas pendientes, anunció que su partido y varias organizaciones sociales y populares chilenas comenzarán en marzo una serie de movilizaciones y marchas en demanda de sus derechos.
La Presidenta Bachelet, quien nunca antes había obtenido menos del 50 por ciento de aprobación ciudadana en encuestas de opinión, cayó en los últimos días por debajo de esa marca.
En respuesta a voceros de la oposición que aprovecharon esas cifras, Bachelet dijo hoy: «Me eligieron Presidenta de Chile para que pudiera gobernar en beneficio de todos, no para preocuparme si mi imagen es mejor o peor».
«Soy de las personas que creo que hay que hacer lo que hay que hacer y tomo decisiones, enfrento los desafíos y doy la cara, doy el paso», subrayó, adelantando quizás lo que será el balance de su administración.
Sobre presuntas divisiones en la coalición gobernante, dos ministros atajaron hoy esas versiones. La ministra Secretaria General de la Presidencia, Paulina Veloso, dijo que el gobierno «siente» el apoyo de la Concertación, pero éste no siempre se ve.
Explicó que esto ocurre muchas veces «por opiniones discrepantes de algunos, que son las que subrayan muchas veces en la prensa».
Por su parte, el ministro del Interior, Belisario Velasco, sostuvo que no es real la imagen de una comunicación precaria entre La Moneda y la Concertación, reflejada en las últimas encuestas difundidas por la prensa.
Admitió, sin embargo, que aunque «la sintonía existe, habrá que intensificar el diálogo, pues éste siempre es susceptible de mejorar».
En vísperas del aniversario gubernamental, el Partido Socialista (PS) celebrará un Consejo General de tres días, que la mandataria espera servirá para afianzar sus esfuerzos unitarios.
Santiago de Chile, 7 de marzo 2007
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