El destacado pensador francés Michel Foucault (1926-1984) es autor de diversos trabajos en que la teoría y la escena política se enfrentan una y otra vez.
Es el caso de obras como Vigilar y Castigar, Las Palabras y las Cosas e Historia de la Sexualidad, donde su pluma irrumpe, en 1976, con un amplio ensayo sobre los mecanismos de control social: “Entre sus emblemas, nuestra sociedad lleva el del sexo que habla. Del sexo sorprendido e interrogado que, a la vez constreñido y locuaz, responde inagotablemente. Cierto mecanismo, lo bastante maravilloso como para tornarse él mismo invisible, lo capturó un día. Y en un juego donde el placer se mezcla con lo involuntario y el consentimiento con la inquisición, le hace decir la verdad de sí y de los demás. Vivimos (…) presas de una inmensa curiosidad por el sexo, obstinados en interrogarlo, insaciables para escucharlo (…), listos para inventar todos los anillos mágicos que pudieran forzar su discreción.
Como si fuese esencial que de ese pequeño fragmento de nosotros pudiéramos extraer no sólo placer sino saber y todo un sutil juego que salta del uno al otro: saber sobre el placer, placer en saber sobre el placer, placer-saber; y como si ese peregrino animal que alojamos tuviese por su parte orejas lo bastante curiosas, ojos lo bastante atentos y una lengua y un espíritu lo bastante bien construidos como para saber muchísimo sobre ello y ser completamente capaz de decirlo, con sólo que uno se lo solicite con un poco de maña.
Entre cada uno de nosotros y nuestro sexo, el Occidente tendió una incesante exigencia de verdad: nos toca arrancarle la suya, pues la ignora; a él, decirnos la nuestra, pues la posee en la sombra. ¿Oculto, el sexo? ¿Escondido por nuevos pudores, metido en la chimenea por las tristes exigencias de la sociedad burguesa? Al contrario: incandescente. Hace ya varios cientos de años, fue colocado en el centro de una formidable petición de saber. Petición doble, pues estamos constreñidos a saber qué pasa con él, mientras se sospecha que él sabe qué es lo que pasa con nosotros…”.
Foucault dejó una extensa obra que sigue sacando a la pizarra a la sociedad actual. Si quieres leer más sobre este tema, puedes
recurrir a su libro Historia de la sexualidad 1. La voluntad del saber.
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Santiago de Chile, 27 de mayo 2013
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