La misa fue oficiada por el arzobispo de Santiago, cardenal Francisco Javier Errázuriz, al filo del mediodía en la Plaza de Armas, y contó con la presencia del presidente Ricardo Lagos, y las precandidatas presidenciales Michelle Bachelet y Soledad Alvear.
En el servicio religioso también estuvieron el líder de la oposición de la derecha, Joaquín Lavín, altos jefes militares, dirigentes de partidos políticos y varios ministros de Gobierno.
El cardenal destacó la trayectoria de Karol Wojtyla, «la ternura de su voz, la convicción de su apoyo a los obispos, su respeto a todos, su cercanía a los santos, su capacidad de diálogo y, sobre todo, su preocupación por lo más débiles».
«Nos maravilló su amor a la verdad y cuando denunciaba males en torno a la humanidad» puntualizó Errázuriz tras recordar su visita a Chile en 1987, que sirvió de aliento en medio de la represión de la dictadura militar.
«No podíamos olvidar que hace 18 años pisó nuestra tierra y la besó. Hace 18 años a estas horas todavía resonaban sus palabras en el Estadio Nacional» apuntó en referencia al masivo encuentro que tuvo el Santo Padre ante más de 50 mil personas reunidas en ese lugar.
Momentos antes del inicio de la ceremonia, Bachelet resaltó a un grupo de periodista la oportuna mediación del fallecido Pontífice durante el conflicto en los años 80 con Argentina y sus palabras de aliento cuando viajó a Chile en 1985 en plena dictadura militar.
También Alvear se refirió al Santo Padre al afirmar que los chilenos «debemos dar gracias a Dios por todo lo que nos entregó a nuestro país, todo lo que hizo por Chile en momentos tan oscuros de la vida de nuestra patria».
Por su parte, el ministro del interior, José Miguel Insulza, destacó que el Papa Juan Pablo II, pese a su «posición más bien conservadora», siempre se preocupó de fomentar la preocupación por los más necesitados.
Mientras tanto, el secretario general de la Conferencia Episcopal, Cristian Contreras, quien viajará esta noche a Roma con Errázuriz y el obispo de Rancagua Alejandro Goic, manifestó que la elección del nuevo Papa no tendrá una connotación política.
«Aquí no se está jugando, no se trata de equilibrios políticos, no se trata, como alguna prensa anda catalogando, a los obispos, a las personas de progresistas, de conservadores, de moderados. Esas son categorías que no entran en esta dimensión», sostuvo.
La reunión, convocada por el decano de los cardenales, actualmente Joseph Ratzinger, se celebrará en unos 15 o 20 días a puerta cerrada y participarán en él los 117 cardenales de todo el mundo menores de 80 años en el mundo.
«Los cardenales no van a utilizar tácticas políticas y me gustaría que eso quedara bien claro. Ellos van con una responsabilidad enorme de cara al misterio de Dios», indicó Contreras.
En representación de Chile pueden votar el protodiácono Jorge Medina, quien anunciará al nuevo pontífice y el arzobispo de Santiago, Francisco Javier Errázuriz.
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