Por este caso fueron encausados por homicidio calificado los generales Manuel Contreras y Maximiano Ferrer, los brigadieres Miguel Krassnoff y Christophe Willike, el coronel Marcelo Moren Brito, y el cabo Basclay Zapata, todos en situación de retiro.
Lumi Videla, militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, fue encontrada muerta el 4 de noviembre de 1974 en la embajada de Italia, deceso que los militares de la época atribuyeron a una orgía entre los asilados en esa legación diplomática.
Sin embargo, la investigación estableció que la mujer falleció el día anterior, víctima de una sesión de torturas a la que fue sometida en un cuartel militar. Aparentemente, luego de su asesinato, el cuerpo fue arrojado al interior de la embajada por las fuerzas represivas.
Tras la resolución de la Sala, el hijo de Lumi, Dago Videla, hizo un llamado al Colegio de Periodistas para que investigue las responsabilidades de quienes hicieron caricaturas burlonas sobre su madre que aparecieron en los diarios El Mercurio y la Segunda.
Según el hijo de la víctima, investigaciones realizadas confirman que Lumi Videla murió en manos de los agentes represores de la época y su cadáver fue lanzado al interior de la embajada de Italia.
«Existen periodistas y dibujantes que fueron cómplices y encubridores de crímenes», afirmó, en referencia a las publicaciones que en aquel momento sirvieron de caja de resonancia para avalar los crímenes de la dictadura.
Resaltó que en el caso de su madre se llegó a «situaciones muy graves», pues además de grandes titulares, los referidos diarios hicieron caricaturas, «ridiculizando el salvaje asesinato».
Santiago de Chile, 24 de marzo 2006
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