Los autores de la investigación afirman que beber té es incluso más saludable que tomar mucha agua, algo que vienen recomendando expertos nutricionistas desde hace algún tiempo.
Ese ensayo echa por tierra la creencia de que el té podría deshidratar, pues según los citados especialistas tiene el efecto contrario.
Como el té contiene cafeína, de propiedades deshidrantes en altas dosis, muchas personas piensan que podrían sufrir ese proceso si lo tomaran en grandes cantidades, pero los expertos sostienen que el aporte de fluidos es superior y no sería perjudicial.
Los flavonoides contenidos en las hojas del té, antioxidantes polifenólicos presentes en otros vegetales y alimentos, son un componente muy importante para prevenir el deterioro de las células.
Carrie Ruxton y sus colaboradores del King s College estudiaron datos sobre los beneficios del té y concluyeron que tomar entre tres y cuatro tazas al día contribuye a disminuir el riesgo de accidentes cardiovasculares.
Esos especialistasa sostienen que las bondades del té radican en que es capaz de sustituir los fluidos corporales y además aportar antioxidantes, mientras el agua se limita a realizar sólo la primera función.
Sin embargo, se considera que todavía no hay datos suficientes que permitan concluir que el té protege contra el cáncer, aunque sí se reconocen sus beneficios a favor de la salud bucal y el fortalecimiento del sistema óseo.
Un llamado a tener cuidado para los aquejados de anemia, pues algunas investigaciones señalan que el té podría dificultar los procesos de fijación del hierro y no se aconseja a estas personas beberlo entre las comidas.
Los científicos añadieron que ellos aconsejan tomar entre un litro y medio o dos de líquidos diaramente y es mejor que esa sustancia sea el té.
Londres, 29 de agosto 2006
Prensa Latina , 0, 48, 10
