Varias decenas de personas, encabezadas por el presidente del PC, Guillermo Teillier, y otros dirigentes políticos, depositaron ofrendas florales en la estatua del ex mandatario, a un costado del Palacio de La Moneda, en la céntrica Plaza de la Constitución.
Portando banderas, pancartas y retratos del revolucionario chileno, los manifestantes recordaron la gesta como uno de los más notables acontecimientos del siglo XX en la historia republicana del país y de toda América Latina.
«Un día como hoy hace 36 años se abrieron amplios horizontes en Chile. Los trabajadores no solo estaban en el Parlamento, sino que asumían ministerios, la administración de las empresas del Estado y el gobierno popular iniciaba cambios profundos», afirmó Teillier.
El dirigente comunista recalcó que la nacionalización del cobre chileno fue uno de los grandes legados del extinto mandatario, muerto cuando defendía fusil en mano el mandato constitucional que le había conferido el pueblo.
Dijo que en un día como hoy, cuando las grandes transnacionales se llevan enormes utilidades a costa del sudor y la pobreza de los trabajadores «es más importante que nunca levantar nuevamente las banderas de la renacionalización» de ese recurso.
Cuando vemos que hemos perdido la soberanía sobre el 65 por ciento del cobre, de nuevo ese objetivo patriótico planteado por el gobierno de la Unidad Popular aparece como uno de los más legítimos anhelos del pueblo, dijo.
Por su parte, el PS con un emotivo acto en el salón Salvador Allende del Palacio de La Moneda, la mesa Directiva del socialismo chileno, senadores, diputados y un grupo de dirigentes representativos, recordó los 36 años del triunfo de Salvador Allende.
En la ocasión, el presidente del PS, Camilo Escalona hizo una breve alocución para destacar la importancia de este hecho en la vida política, económica y social de Chile.
«Este 4 de septiembre es el momento en que queremos iniciar esta jornada de este mes, desde el punto de vista de la izquierda, de la Concertación, del PS. Es un momento que reinvindica la tradición democrática y republicana de Chile, el 4 de septiembre es el día en que se elegían los Presidentes de la Nación a través del sufragio popular y luego, el desconocimiento de ese sufragio popular a través del uso tan brutal de la fuerza, como refleja este cuadro», dijo escalona ante los presentes.
«En este mes de septiembre, este año, tendremos una especial responsabilidad para rendir homenaje a la memoria del ex canciller Orlando Letelier. Cumplimos este año 30 años desde el momento de su asesinato por parte de la DINA. La Presidenta Bachelet le rendirá un homenaje en Washington mismo, en la ciudad en donde fue asesinado. Nosotros esperamos el 21 de septiembre rendirle el merecido homenaje en un acto que prepararemos en el Cementerio General.
Es una fecha sobresaliente de una de las personas que más activamente colaboró y fue parte del proceso que encabezó Salvador Allende y que, por su significación nacional, por su sentido unitario y por su jerarquía de estadista que tenía, fue asesinado en 1976», recordó escalona.
Por su parte el Secretario General de la CUT, Jaime Gajardo, dijo a Crónica Digital, que los trabajadores no olvidan el legado de Allende.
«Él fue (Allende) un hombre que supo interpretar a los chilenos y chilenas. Allende entrgó su vida por los valores mas importantes que los hombre tienen: que defender las la democracia y la libertad».
El dirigente recordó que en el gobierno del extinto mandatario, se lograron grandes cosas para los trabajadores y en especial para los niños.
Gajardo que además es dirigente nacional de los profesores, señaló que Allende «logró el mediuo litro de leche para todos los niños, logró una educación gratuita, entre otros».
Apuntó que hoy la CUT está a la cabeza de los grandes movimientos sociales y políticos, como es el Parlamento Político y Social, «y que esta por profundizar la democracia y la participación de todos los nacionales en la toma decisiones del país».
Entre estos mencionó el cambio de la excluyente y antidemocrática norma electoral dejada por la dictadura, la profunda reforma del sistema de pensiones, la radical reformulación del código del trabajo y la eliminación de la Ley Orgánica Constitucional de la Enseñanza.
Insistió que estos cambios deben darse en el marco de una redistribución más justa de las riquezas.
«Corren vientos nuevos, hay un momento político nuevo, no podemos decir todavía que hemos logrado alguna de estas conquistas, pero se está abriendo el espacio y cada día son más los dispuestos a luchar contra la exclusión y la injusticia social», apuntó Gajardo.
Santiago de Chile, 5 de septiembre 2006
Crónica Digital
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