Bachelet depositó un ramo de rosas rojas en la tarja que recuerda el lugar de La Moneda donde fue encontrado el cuerpo sin vida del presidente chileno el 11 de septiembre de 1973, luego se haber sido sometido a un brutal bombardeo de la aviación golpistas.
Minutos antes, la jefa de Estado encabezó una ceremonia ecuménica en el Palacio de Gobierno, en la que estuvieron también presentes miembros de su gabinete, altos funcionarios y dirigentes políticos, asi como familiares del extinto mandatario.
En breve declaraciones a la prensa, dijo que el mejor homenaje que se les puede rendir a los caídos en «en la lucha la democracia» es «trabajar por un país más justo, más humano, más solidario y mucho más democrático».
La gobernante aprovechó también la ocasión para hacer un llamado a la oposición de extrema derecha a aceptar un cambio del sistema electoral vigente, que excluye en la actualidad al Partido Comunista (PC) y otras fuerzas de izquierda de la vida política del país.
«Debemos trabajar por una democracia más profunda con un sistema electoral que permita efectivamente que todos puedan tener bien desarrollados sus derechos y esos derechos ser efectivos», sostuvo Bachelet.
La gobernante repudió también los actos violencia que se produjeron ayer y la madrugada de hoy y, en particular, la bomba incendiaria lanzada contra La Moneda, que dejó cerca de un centenar de detenidos y daños materiales de consideracion.
«Los símbolos patrios, como la bandera, como La Moneda, son símbolos de la democracia, pertenecen a todos los ciudadanos, acá La Moneda también es símbolo de la lucha que dimos muchos por recuperar la democracia y nadie tiene derecho a atentar contra ellos», puntualizó.
Mientras, y casi simultáneamente, dirigentes de los partidos Comunista, Socialista y otras organizaciones de izquierda y progresistas depositaron ofrendas florales en la estatua del ex presidente, en la Plaza Constitución, frente al Palacio de La Moneda.
«Presente, presente, Allende está presente», coreaban cientos de seguidores, incluyendo numerosos veteranos del GAP (Grupos de Amigos del Presidente) que lo protegieron durante sus tres años de gobierno (1970-1973).
«Hoy es un día de tristeza, pero también de regocijo porque recordamos a Salvador Allende y el gran gesto que hizo por el pueblo de Chile que va a perdurar siempre», afirmó Guillermo Teillier, presidente del PC, en declaraciones a la agencia Prensa Latina y a Crónica Digital.
El dirigente comunista, acompañado por parte de la directiva de esa agrupación, subrayó que con el homenaje «recordamos a nuestras víctimas y reafirmamos nuestra determinación de luchar porque nunca más se produzca en Chile una tragedia como aquella (golpe militar)».
El senador socialista Alejandro Navarro destacó también el legado de Allende, que dio la vida -dijo- por defender el mandato que el pueblo le dio en las urnas y las conquistas sociales del gobierno de la Unidad Popular que presidió».
Destacó como hecho significativo la participación conjunta en los actos de homenaje que han tenido lugar este año de todas las fuerzas de izquierda y progresistas, incluyendo de los partidos de gobierno.
«Es un gesto importante que se haya sumado sectores oficialistas», apuntó.
Al igual que Bachelet y Teillier, el legislador socialista criticó los actos de violencia, pero reconoció que «todavía quedan muchas heridas abiertas». «Es preciso recordar a esos que la impulsan que estamos por el perdón, más no por el olvido», recalcó.
Insistió que esa situación de violencia que se da todos los años durante las actividades por el 11 de septiembre es un reflejo de la frustración que muchos sienten aún y «no puede combatirse con métodos represivos, sino con más democracia, y más justicia social».
Santiago de Chile, 11 de septiembre 2006
Crónica Digital , 0, 59, 3