Tras largos meses de trabajo las propuestas que serán presentadas a la presidenta Michelle Bachelet no dicta de ser un diagnóstico detallado de lo que todo el país sabe: La Educación es mala y reproduce profundas desigualdades en la oportunidad y la calidad de la educación entre los jóvenes chilenos que tienen o no recursos económicos.
Por ello era de esperar la crisis detonada 24 horas antes de sesionar, por última vez, la Comisión presidida por el profesor Juan Eduardo García Huidobro. La vocera de la Asamblea Nacional Estudiantil Secundaria (ANES), María Jesús Sanhueza comunicaba que tras analizar el borrador del documento junto a 500 dirigentes secundarios en Valparaíso decidían marginarse del Consejo Asesor.
Para el movimiento secundario las conclusiones del Comité no resuelve lo central de su movilización de mayo y junio: El derecho a la educación por sobre la libertad de enseñanza. Ellos hicieron su mejor esfuerzo. Se mantuvieron hasta el final trabajando pero no tenían la fuerza para imponer la idea que la Educación, antes todo, es un derecho.
El balde de agua fría que significó la noticia produjeron que tanto el Ministerio de Educación y el equipo administrativo del Comité Asesor intentara, durante la mañana de ayer, bajar el perfil a lo anunciado por los secundarios argumentando que de los ocho miembros, cuatro firmarían el Informe. Sin embargo, las horas del día darían paso a un nuevo escenario.
La última sesión del Consejo dejó en claro que no habría consenso. El llamado «Bloque Social», que agrupa a secundarios, universitarios, profesores, padres y apoderados y paradocentes, anunciaban que no firmarían el documento por problemas de forma y fondo.
Para el Bloque Social, la Consejo Asesor fue una instancia de debate interesante pero que no cumplió con su objetivo que era dar herramientas para producir una reforma a la educación chilena.
Luego, los integrantes del mundo académico y universitario comenzaron a anunciar que tampoco suscribirían el informe final. En la medida que pasaban las horas la Comisión Asesora Presidencial se quedaba sin piso político y su informe sin legitimidad para seguir avanzando.
Pero, hoy el problema se sitúa en las expectativas que generó este Consejo. El próximo 11 de diciembre la Presidenta Michelle Bachelet recibirá un informe carente de acuerdos por lo que tendrán que hacer otro para que tenga viabilidad legislativa y superar el promedio rojo que se sacó esta Comisión variopinta que no llegó a ninguna parte. Tarea pendiente para marzo y de seguro con secundarios movilizados.
Por Roberto Portilla. El autor es periodista y Editor General de Crónica Digital
Santiago de Chile, 7 de diciembre 2006
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