Las juristas coincidieron en señalar que la Ley de Responsabilidad Penal juvenil chilena debe centrarse, tal como ocurre en Estados Unidos, en los procesos de rehabilitación de los jóvenes. No, en las sanciones y castigos como muchas veces las víctimas de la delincuencia protagonizada por menores quisiera.
En este sentido, Jaime Hawk, quien trabaja para la Defensoría Penal Pública de Estados Unidos, indicó que los jóvenes deben hacerse responsables de su comportamiento. Hay que enseñarle sobre las consecuneicas de sus acciones. Es importante que el sistema de menores pueda romper el ciclo (muchas veces sus padres también cometen delitos) y se desarrollen y difundan principios y programas que permitan que el menor se enriele.
Eileen Concannon, presidenta del Colegio de Abogados de King County, insistió en lo difícil que resulta determinar cuál es la edad precisa en que un menor de edad tiene discernimiento. No existe una edad mágica en que los niños se convierten en adultos. Por esta razón, el enfoque judicial debe estar centrado en la rehabilitación, no en el castigo.
En Chile, aún no está todo dicho en lo que se refiere a lo que será la aplicación de la Ley de Responsabilidad Penal Juvenil en nuestro país. Hay muchas dudas aún y una de ellas precisamente es la fecha en que esta normativa entrará en vigencia y que afectará a los mayores de 14 y menores de 18 años.
En el 2006 debió comenzar a regir, pero se postergó debido a una serie de medidas destinadas a implementarla de manera eficaz, como la capacitación de jueces y nueva infraestructura.
Lo único que, por ahora está claro es que esta Ley no pretende castigar a los menores de edad con las mismas sanciones que reciben los adultos. Es decir, se seguirá privilegiando la cultura pro-niño.
Por Daisy Castillo
Santiago de Chile, 19 de abril 2007
Crónica Digital , 0, 28, 3