En conversación con Prensa Latina, Daniel Trivelli, presidente del comité organizador de la cita, se mostró satisfecho con el nivel cualitativo mostrado por mil 43 etiquetas de 248 cervecerías del continente americano.
‘Crecimos mucho en competidores pero también en convocatoria de conferencias a sala llena. Avanzamos en la idea de hacer una Copa que sea formada en torno a la educación y a la capacidad de entregar la apreciación técnica de los jueces’, apuntó.
Trivelli subrayó la importancia de que los productores de cervezas hagan propias las observaciones y comentarios de los jurados, que son reputadas figuras internacionales que saben mucho de esta bebida.
‘La industria de cervezas latinoamericanas puede decirse que está naciendo en el sentido de alcanzar rangos más elevados; y la mejor forma que tienen los productores es aprender de quienes ya cruzaron este camino’, explicó.
El director de la Copa Cervezas de América confesó a Prensa Latina que las charlas, intercambios, ambiente de negocios y redes propician una dinámica de mejoras al sector, además de pasarlo bien.
‘Se trata de una bebida que nos invita a socializar, a dialogar con los consumidores y productores. Hemos descubierto cervezas de barril, con ají, las hidromiel, las ácidas en el mundo artesanal, o sea en general una tremenda variedad’, anotó.
Trivelli indicó que otra novedad este año han sido los talleres de estilo con participación de consumidores, sin convertirlos en una fiesta simplemente para beber, sino para transmitir conocimientos y experiencias.
Las escuelas alemanas, belga, inglesas, norteamericana, por ejemplo, su historia y perfiles, fueron recibidas muy bien por el público interesado, añadió.
A cargo del evento desde 2014, refirió que hay una tradición en Chile que viene desde los años 1800, y con el impulso de una comunidad alemana y luego de viajantes ingleses y holandeses.
Pero desde 1990 se dio el boom de las cervezas artesanales y el país austral asimiló con mucho entusiasmo el desarrollo de la ambarina bebida.
Por Fausto Triana
Santiago de Chile, 30 de septiembre 2016
Crónica Digital / PL