El Partido Progresista de Chile sostuvo que la imposibilidad de sesionar durante los primeros dos días en que debía hacerlo la Convención Constitucional puede considerarse como una clara intención, por parte del Gobierno, de sabotear el proceso Constituyente.
Los problemas técnicos y las falencias en las condiciones sanitarias del ex Congreso Nacional impidieron que se iniciara el trabajo de la Convención como estaba planeado y que consideraba la habilitación de tres salas, con 25 miembros al interior de cada una, los que se unirían a otros 80 convencionales constituyentes que ocuparían el hemiciclo.
En ese escenario, la presidenta de la Convención, Elisa Loncón, responsabilizó al Gobierno de lo sucedido, señalando como primer responsable a Sebastián Piñera. Indicó que el Ejecutivo “debe dar una explicación”, calificando la situación como “una falta de garantías institucionales para dar inicio al trabajo constituyente”. Asimismo, el vicepresidente Jaime Bassa fue claro al manifestar que “el responsable de esto, por expreso mandato de la Constitución, es el Presidente de la República”.
Frente a estas circunstancias, el líder del Partido Progresista, Marco Enríquez–Ominami, señaló que “una cosa es que al Gobierno no les guste la Constituyente y otra cosa es que la bloquee. Paren, pónganse a disposición, como lo hizo la señora (Carmen Gloria) Valladares, póngase a disposición humilde y verán que Chile avanzará mejor, más seguro y en paz”.
“El nuevo Chile es ineluctable, es un cambio confiable, irreversible, y el Presidente de Chile ha fallado. Pero más grave aún, no solamente su irrelevancia es un problema para el país y para la economía, ahora es un problema para el cambio”, agregó.
Afirmó: “Le quiero pedir a Piñera y a la derecha, que no boicoteen, que no utilicen sus herramientas, las de siempre –sus medios, su poder económico, su inoperancia– para dificultar la tarea de la Convención, que hoy, con energía, promete un cambio confiable”.
Por su parte, el presidente del Partido Progresista, Camilo Lagos, aseveró que “la ineptitud del gobierno para crear las condiciones mínimas de trabajo de la Convención, solo puede ser atribuible a una profunda negligencia o derechamente a un boicot. Y ambas son igualmente graves. Este es el mismo gobierno que antes del estallido iba a organizar la APEC y la Cumbre del Medioambiente. Todo indica que nos salvamos de un bochorno mundial”.
En el mismo contexto, Lagos aludió a la irresponsabilidad del actual gobierno, pues tuvo tenido el tiempo necesario para asegurar las condiciones para el correcto inicio del trabajo por parte de la Convención: “Piñera se jacta de haber sido capaz de desenterrar a 33 mineros de las profundidades de la tierra, pero luego no logra poner computadores ni pantallas en un salón. Queda claro que solo actúa cuando puede tener protagonismo. Lo concreto es que ha sido un obstáculo para el cambio en Chile, tanto por sus acciones como por sus omisiones. Nos quedan nueve meses más de lamentos”.
Por su parte, Bessy Gallardo, constituyente por el Distrito 8 y militante Progresista, hizo mención a la ausencia de las condiciones básicas para que todas y todos quienes integran la Convención Constitucional puedan realizar su trabajo.
“No contamos con kits sanitarios adecuados, ni con espacios en donde se pueda mantener la distancia física durante las sesiones de la Convención. Tampoco hay micas que separen espacios entre los convencionales constituyentes, ni ventilación adecuada. Además, no se asegura que aquellas personas que pertenezcan a regiones alejadas de Santiago puedan realizar sus labores de forma telemática”, detalló.
Finalmente, Gallardo aseguró, enfática que “las y los constituyentes tenemos toda la disposición para trabajar. El país ha soñado con este momento durante años. Si hoy no estamos sesionando es únicamente por la extrema negligencia de un Gobierno que desde un comienzo vio en la Convención a un enemigo”.
Santiago, 6 de julio 2021.
Crónica Digital.
