Al igual que entonces, las fuerzas están divididas entre quienes votarían de cualquier manera por la ex ministra de Defensa para impedir el acceso de la derecha pinochetista a La Moneda, los que están por negociar el voto y los que en ningún caso lo harían.
El debate ya estaba instalado en el pacto Junto Podemos desde antes del 11 de diciembre cuando ya era evidente una segunda vuelta electoral, pero siempre se afirmó que la decisión final sería consensuada después de conocerse los resultados.
El domingo en la noche, sin embargo, el candidato de ese conglomerado, Tomás Hirsch, anunció que no apoyará a ninguno de los dos candidatos, a los que acusó de ser los responsables de la instalación y mantenimiento de injusto sistema político chileno.
«Me declaro en abierta oposición y discusión con la derecha y la Concertación, responsables ambos de la instalación y el mantenimiento del actual modelo político, social y económico, que tantos sufrimientos ha provocado en nuestro pueblo», afirmó.
Aunque expresada a titulo personal, la posición del líder humanista descolocó al resto de las fuerzas políticas que integran o respaldan al pacto, que esperaban tener la oportunidad de discutirlo con más tiempo al interior de la organización.
No obstante quedar por debajo de sus expectativas, el 5,4 por ciento obtenido coloca al pacto de izquierda en una posición privilegiada como factor definitorio en una segunda vuelta cerrada entre Bachelet y el candidato de la extrema derecha, Sebastián Piñera.
La ex ministra de Defensa obtuvo el 45,95 por ciento de los votos, cifra inferior en casi tres puntos a los sumado entre Piñera (25,41) y el otro aspirante de la derecha opositora, Joaquín Lavín (23,22), que compiten juntos ahora.
El Partido Comunista (PC), que en las elecciones parlamentarias obtuvo el 5,1 del siete por ciento de votos logrado por el Junto Podemos, tendrá hoy una reunión de su Comisión Política para debatir el asunto, según confirmaron a Prensa Latina fuentes partidistas.
Para mañana fue convocada una reunión de su Comité Central donde se adoptará una decisión definitiva, que apunta a negociar un compromiso con la candidata oficialista en torno a temas que son fundamentales para la izquierda y sectores progresistas.
El acuerdo deberá incluir un cambio en el antidemocrático sistema electoral binominal, reformas al sistema de pensiones y un royalty para las grandes transnacionales del cobre, entre otros aspectos de trascendencia nacional.
Semejante posición expresó Manuel Jacques, presidente de la Izquierda Cristina (IC), otro de los partidos que integran el bloque, quien también se sintió sorprendido por el anuncio de Hirsch el domingo.
«Nosotros habíamos previsto tener una declaración conjunta, donde quedaran reflejadas las distintas posiciones que se estaban marcando dentro del pacto, que está conformado por más de 54 organizaciones», afirmó.
Interrogado sobre la posición futura de la IC, el dirigente cristiano subrayó que la decisión a tomar deberá tener tres elementos básicos: preservar la unidad de la izquierda, tratar de darle un valor útil a los votos obtenidos y potenciar la fuerza del bloque.
Pero la disyuntiva que enfrentan estas organizaciones es que harían en caso que el oficialismo -que se siente seguro de ese voto por el temor que saben inspira la derecha- se niegue a negociar, como sucedió en 1999, donde Lagos ganó gracias al apoyo de los comunistas.
Por: Angel Pino R. El autor es periodista de Prensa Latina en Chile.
Santiago de Chile, 13 de Septiembre 2005
Crónica Digital/PL , 0, 214, 3