Dos meses después de derrotar en Playa Girón (bahía de Cochinos) la invasión organizada y financiada por Estados Unidos, la isla liquidó el sistema de educación que servía a una minoría privilegiada, para llevar un verdadero carácter democrático a la enseñanza.
La normativa declaró pública la enseñanza y gratuita su prestación; estableció que dicha función la ejerce el Estado como deber intransferible y derecho de todos los cubanos sin privilegios.
El esfuerzo revolucionario en la educación tuvo como contenido esencial solucionar los grandes problemas del pasado neocolonial, eliminar el analfabetismo y extender los servicios educacionales.
La Revolución abrió en la isla caribeña más de 10 mil aulas en 1959, que elevó la escolarización al 90 por ciento en edades de seis a 12 años.
Para ello fue necesario la construcción masiva de escuelas y tuvo gran trascendencia política y moral la conversión de 69 cuarteles de la tiranía de Fulgencio Batista (derrocada en 1959) en aulas para 40 mil alumnos.
La primera Reforma Integral de la Enseñanza determinó como objetivo fundamental de la educación el pleno desarrollo del ser humano.
Unos tres mil jóvenes fueron como maestros voluntarios en 1960 a las montañas, para llevar la educación a los lugares más intrincados.
A principios de 1961 se inició en La Habana un plan de educación para mujeres campesinas, por el cual 150 mil muchachas recibieron clases de superación cultural y una preparación que las capacitó como agentes de los cambios sociales en sus comunidades.
Ese año el país realizó la Campaña Nacional de Alfabetización, como un imperativo humano y social que constituyó la base del ulterior desarrollo educacional del país.
Hace alrededor de cinco años la nación caribeña inició una inédita revolución educacional dirigida a elevar la calidad de la docencia.
Las escuelas cubanas disponen hoy de un maestro por 20 alumnos en enseñanza primaria y un profesor por 15 estudiantes en secundaria básica, que enseñan apoyados en medios audiovisuales, softwares educativos y computadoras.
Uno de dos jóvenes cubanos de 18 a 24 años de edad es estudiante universitario, afirmó recientemente el viceministro primero de Educación Superior, Rodolfo Alarcón.
Alrededor de medio millón de personas cursa hoy estudios superiores en Cuba.
Gracias a la universalización de la enseñanza, las universidades cubanas graduarán en el 2008 unos 90 mil profesionales, cuando egresen los primeros estudiantes del sistema Universidad para Todos.
Según las autoridades, esa cifra resulta tres veces superior a la pronosticada para este curso y será la más alta de todos los tiempos en Cuba.
La isla graduará este año unos 30 mil 500 profesionales como parte de los nuevos programas de la Revolución en la Educación Superior, pronosticaron fuentes oficiales.
En septiembre próximo iniciarán sus carreras universitarias 180 mil bachilleres o graduados de niveles equivalentes, quienes estudian cerca de sus hogares con profesores y tutores de la propia comunidad.
Analistas locales contrastan la realidad cubana con la de la mayoría de las naciones de América Latina, región donde el analfabetismo ronda el 10 por ciento de la población y millones de personas nunca asistieron a clases.
En la isla estudian actualmente más de 18 mil becarios de 119 países, con una amplia presencia latinoamericana y caribeña.
Funciona en Cuba la Escuela Latinoamericana de Medicina, que forma gratuitamente como médicos a millares de jóvenes de familias humildes y sin recursos económicos de varios países.
La Habana, 6 de junio 2006
Prensa Latina , 0, 91, 7