Según explicó a Crónica Digital el teólogo Alvaro Ramis, el objetivo de los ciclos es conectar la espiritualidad con nuestra vida diaria. Descubriendo que los quehaceres del hogar y los encuentros diarios con otras y otros son fuentes de espiritualidad.
Este año queremos resaltar las acciones transformadoras que estamos realizando las mujeres en sus vidas, en lo personal y en lo comunitario. Buscamos que puedan reconocerlas y analizarlas, relevar la espiritualidad que las sustenta. Además queremos que compartan lo que frena y lo que favorece el cambio, para que fortalezcan sus prácticas colectivas, apuntó.
Ramis explicó que La Semana Teológica 2006, invita a afirmar a las mujeres como protagonistas de cambio hacia la sociedad igualitaria y justa que anhelamos.
El encuentro se llevará a efecto En la Casa San Francisco Javier, ubicada en la calle Crescente Errazuriz Nº907, comuna de Ñuñoa. Mayores informaciones en Centro Ecuménico Diego de Medellín Teléfonos 6341804 6344653.
Santiago de Chile, 16 de junio 2006
Crónica Digital
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Vie Jun 16 , 2006
Como agudamente las han descrito los autores clásicos, ellas se desencadenan cuando se produce la confluencia de tres factores relacionados: la incapacidad de los de arriba para continuar manejando las cosas como hasta ese momento, el convencimiento de los de abajo, acerca de la necesidad y justeza de producir los cambios y, su decisión de jugársela por que ello ocurra. Las dos primeras condiciones resultan por lo general bastante evidentes para cualquier observador informado. La última, en cambio, es completamente impredecible, puesto que resulta de la mas compleja y fascinante conjunción de factores, como bien saben los geofísicos y expertos en terremotos. Todas estas condiciones, dicen los clásicos, son objetivas, es decir, transcurren más o menos al margen de la capacidad de control de los actores mismos. El arte de estos últimos consiste no tanto en la capacidad de desatar estos acontecimientos – usualmente se inician de manera más o menos espontánea -, sino en su habilidad para conducirlos a buen puerto y ponerles feliz término. Esto lo sabe bien cualquier dirigente experimentado que haya logrado conducir una modesta huelga. En este aspecto, el llamado factor subjetivo, es decir, la organización que concientemente asume la conducción del proceso, en este caso, los dirigentes secundarios que han emergido, se han comportado de manera francamente excepcional. Por la sencilla razón que han sabido centrar el movimiento en una consigna fundamental, que apunta precisamente al corazón del problema, a la traba principal que es necesario remover. Como dice uno de las consignas en el frontis del Colegio Carmela Carvajal Dra. Bachelet, No queremos más anestesia, queremos cura. En esta materia, el movimiento secundario ya alcanzó un éxito espectacular. Triunfó, sin duda alguna. Es justo reconocer, asimismo, la actitud de la Presidenta Bachelet y del gobierno. Es verdad, como se les critica, que cometieron toda suerte de chambonadas en el curso del movimiento. Como bromea la misma Presidenta, el gobierno a veces es un poco hippie. Sin embargo, se trata de un hippie muy bueno para el judo. Puesto que lo principal es que, en este caso, se apoyó en el impulso del pingüinazo, para poner en jaque la LOCE. Es decir, para arremeter contra el enclave dictatorial en la materia, o al menos ponerlo en discusión. No se enfrentó al movimiento, sino que lo transformó en su aliado para enfrentar el problema de fondo, rehuido hasta ahora. Eso no lo habían hecho los anteriores gobiernos de la Concertación. Éstos, por regla general respetaron escrupulosamente los pactos y amarres de la transición. En parte no menor, ese fue el precio que pagaron por acceder al poder, by paseando entonces a las fuerzas más avanzadas, quienes condujeron en lo fundamental la resistencia masiva contra la dictadura. Mantener estos enclaves fue el compromiso explícito o implícito que asumieron a fines de los años 80. Y lo cumplieron a cabalidad. Al mismo tiempo intentaron, por todos los medios posibles, apaciguar y excluir al movimiento social, mientras mantenían la exclusión de las fuerzas políticas antes referidas. La mayor […]