García almorzó con la presidenta Michelle Bachelet, luego de ser recibido en el Palacio de La Moneda, donde ambos gobernantes intercambiaron sobre el futuro de los nexos bilaterales, un eventual tratado de libre comercio y la situación judicial de Alberto Fujimori.
El mandatario electo, sin embargo, no se abstuvo de sus ataques verbales a Caracas, al afirmar que el tema de fondo no es el voto en Naciones Unidas sino el gobierno de Hugo Chávez, quien a su juicio «se entrometió en la elección en Perú».
Por otra parte, García se abstuvo de discutir con Bachelet sus reclamos de una nueva delimitación marítima con Chile.
Las relaciones entre Santiago y Lima atraviesan constantes altibajos desde que Chile arrebató vastos territorios a Perú durante la Guerra del Pacífico (1879-1884), luego de ocupar y saquear Lima en un conflicto alentado por intereses británicos de la época.
Alan García, quien mostró durante toda su campaña electoral admiración por el modelo económico chileno, cumplió esta tarde una abultada agenda de trabajo, tras llegar poco antes del mediodía a esta capital.
En el almuerzo con Bachelet también participaron el canciller Alejandro Foxley y los presidentes del Partido Socialista, Camilo Escalona, de la Democracia Cristiana, Soledad Alvear, y de los Radicales Social Demócratas, José Antonio Gómez.
Luego, en una conferencia de prensa en la sede del Ministerio del Exterior señaló que habló con su par chilena sobre la ampliación del acuerdo de complementación económica a un Tratado de Libre Comercio y la situación del expresidente Alberto Fujimori.
«Ese tema fue tratado ligeramente», dijo en cuanto al ex gobernante, quien está a la espera de un proceso de extradición a reclamo del gobierno saliente y del Poder Judicial peruano.
En referencia a ese punto, García señaló que «Perú respetará las decisiones de la Corte Suprema de Chile» y agregó que lo peor que pueden hacer los políticos peruanos es presionar a la justicia chilena.
Por otro lado, descartó que con Bachelet dialogara sobre temas limítrofes. «No es algo a tratar hoy», apuntó tras señalar que le interesa «conversar sobre otros asuntos que tenemos en común y no en los que tengamos diferencias».
Consultado si Perú hará una presentación en La Haya respecto a este asunto, aseguró que si bien es una de las posibilidades no está en sus prioridades. «Creemos que podemos crecer de manera complementaria», señaló.
García rechazó una querella presentada en tribunales chilenos por organizaciones de refugiados peruanos residentes aquí, por presuntas violaciones graves a los derechos humanos durante su anterior mandato (1985-1990).
La demanda se fundamentó en crímenes de lesa humanidad -que son imprescriptibles- como las matanzas ocurridas el 11 y 12 de junio de 1986 en las prisiones de El Frontón, Santa Bárbara y Lurigancho, en las que murieron centenares de presos.
«Están muy mal informados o tienen todavía el entrampe ideológico y el deseo de ver que todo hombre socialista moderno que no responde a sus ideas colectivistas o estatistas tiene que ser molestado, pero yo los comprendo, son siempre la pequeña minoría», señaló desdeñosamente.
Santiago de Chile, 23 de junio 2006
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