En una misiva en la que ratifica su participación en la magna cita del 8 y 9 de diciembre próximo, la presidenta chilena, Michelle Bachelet, también expresó su apoyo a las propuestas de su par boliviano Evo Morales de unir a las economías de la región.
En ese texto, la dignataria señala que comparte esa visión integracionista, porque busca desarrollar acciones comunes tendientes a resolver problemas endémicos que aquejan a los pueblos del área.
También destaca la reunión de jefes de Estado o de gobierno de la región como el camino trazado hace dos años por los países de esta parte del continente, cuando en la ciudad de Cusco, Perú, decidieron crear la Comunidad Sudamericana de Naciones.
«Nuestra participación activa en la Comunidad Sudamericana de Naciones, abre nuevas vías de diálogo promisorias para entablar nuevos encuentros productivos que acrecienten nuestros vínculos», asegura ese documento.
Bachelet también señala que la cita de Cochabamba será una oportunidad para enriquecer visiones y proyectos destinados a fortalecer el desarrollo de Sudamérica.
Chile y Bolivia han sostenido controversias históricas debido al reclamo de La Paz de una salida al mar, tema que en los últimos meses recibe un tratamiento bilateral por las cancillerías y ejecutivos de ambos países.
En la propuesta que lleva Bolivia a ese foro sobresale la idea de avanzar hacia un tratado que haga de la Comunidad Sudamericana de Naciones un verdadero bloque a nivel político, económico, social y cultural.
Ese plan, que será presentado a los dignatarios por Morales, prevé en la esfera social la necesidad de liberar a Sudamérica del analfabetismo, la desnutrición, el paludismo y otros flagelos de la extrema pobreza.
También aboga por un sistema público que garantice el acceso de toda la población a los servicios de salud, educación y agua potable, además de generar empleos sostenibles y productivos.
La despenalización e industrialización de la hoja de coca, cultivo milenario y representativo de las culturas indígenas, es otro de los objetivos de la estrategia que también defiende la unidad en medio de la diversidad cultural.
En la esfera económica, el programa apuesta por un comercio justo y al servicio de los pueblos sudamericanos, en beneficio de todos los sectores, pero en particular de la pequeña empresa.
Asimismo señala la urgencia de superar las asimetrías entre las economías y favorecer a los países de menor desarrollo a partir de la cooperación desinteresada.
La integración energética y la creación de un Banco del Sur, en base al 10 por ciento de las reservas internacionales de las naciones sudamericanas, son otras sugerencias que presentará el primer mandatario indígena de la región.
Un acápite especial del documento se dedica a políticas públicas relacionadas con la preservación del medio ambiente y la biodiversidad.
Cochabamba, Bolivia, 3 noviembre 2006
Prensa Latina , 0, 55, 11