‘Los escritores expresaron a través de un comunicado, su repudio ante la violencia fascista que se oculta tras consignas libertarias.
Tras la incineración de libros por parte de grupos que protestaban en «defensa del pueblo Mapuche» y que afectó a la Facultad de Filosofía de Universidad de Chile, remembraron los negros momentos del golpe militar cuando ardieron millones de ejemplares a lo largo de todo el territorio, mientras compatriotas nuestros eran asesinados y torturados.
Conscientes de la imposibilidad de recuperar el legado de sensibilidad, estudio, investigación, creación, y memoria que se pierde con el patrimonio destruido, los escritores han decidido entregar un sencillo aporte de libros a la Biblioteca afectada.
La SECH expresó su condena moral a la ideología que propicia este crimen y a los autores que lo cometieron
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Los literatos e intelectuales sostienen que están decididos a luchar para que no se repitan semejantes atentados contra la cultura.
El martes pasado, vándalos aun no identificados quemaron más de un millar de libros quema de la biblioteca de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile durante un enfrentamiento con efectivos de Carabineros.
Santiago de Chile, 30 de noviembre de 2006
Crónica Digital/RFL , 0, 135, 0’
Vie Dic 1 , 2006
Un destacado historiador y cientista político cubano, señaló hace algunos años algo que refleja el carácter del Comandante. Antes de la caída de los «socialismos reales», a mediados de la década de los ochenta, Fidel y la vanguardia revolucionaria cubana observaron que el proceso de emancipación se estancaba y aparecían expresiones que podían poner en riesgo incluso el valor ético de la Revolución. Fidel, dice este historiador, recordando ese pasaje de la historia cubana, tras el diagnóstico descarnado, no dudó en ir a las masas, protagonizar lo que había que develar y cambiar, alzar su voz y demandar los cambios que había que realizar. «Fue, dice el cronista, un segundo Asalto al Cuartel Moncada», porque el Comandante se lanzó a una batalla que era dura y tan difícil como aquella». Así comenzó el proceso de rectificación en Cuba, con Fidel a la cabeza, que asentó nuevas bases de consolidación al proceso revolucionario. Pasó el tiempo, cayó la URSS y el bloque europeo. Sin embargo, bastante tiempo antes de ese hecho que cambió la historia del mundo y estremeció absolutamente las correlaciones de fuerza, Fidel había señalado, en La Habana, lo que se venía encima de Cuba y de los Pueblos. Un entrañable amigo y camarada, cubano, que tuvo la oportunidad de escucharlo cuando lo dijo por primera vez, me dijo: «Si no lo decía Fidel, yo no lo creía». Años después, en una reunión de representantes de las izquierdas mundiales, en La Habana, en la que se encontraban Lula, Daniel Ortega, Evo Morales, Chávez, delegaciones de China, Vietnam, Libia y muchas fuerzas revolucionarias, el Comandante reveló un nuevo antecedente de esta historia contemporánea. Contó que, tras la caída de la URSS, muchos «amigos de Cuba» llegaron a La Habana pidiéndole algo «insólito»: «Fidel, inicia la transición a la democracia en Cuba, y pasarás a la historia como un gran líder». «A todos los escuchamos, con la paciencia de Ho, hicimos nuestro propio análisis y tomamos nuestras propias decisiones, seguir adelante con la Revolución». Es el mismo tiempo histórico en el que Fidel lanza su proclama mundial definitiva: La Batalla de las Ideas, la cual, años después, volvió a remarcar en el encuentro de Presidentes de países del MERCOSUR, en Argentina, en su último viaje fuera de Cuba. Simultáneamente a la construcción de una sociedad justa en Cuba, el Comandante se ha volcado a la acción concreta de la solidaridad internacional. África, Vietnam, Oriente Medio, Asia, América, son territorios que en décadas pasadas vivieron sencilla y directamente la solidaridad cubana, la cual se plasmó de muchas formas, entre ellas, sangre cubana brindada en batallas y luchas de emancipación. Hoy, Fidel ha empujado con fuerza la acción de miles de médicos cubanos, mujeres y hombres de vocación ética profunda que, anónimamente, sin pedir nada a cambio, honran en todo el mundo los principios revolucionarios y la ética martiana transfigurada en una ética médica que destaca en este planeta mercantilizado. Cuba, en estos días, recuerdan hechos grandiosos, realmente epopéyicos, entre ellos, un aniversario […]