La Mandataria inició sus actividades con un desayuno que reunió a empresarios chilenos y australianos. En el encuentro participaron empresarios chilenos que forman parte del APEC Business Advisory Council, ABAC, organismo creado por los líderes del grupo de países del Asia Pacífico en noviembre de 1995, con el objetivo de contar con los planteamientos del sector privado de cada una de sus economías.
En la reunión estubieron presentes el presidente ejecutivo de Codelco, José Pablo Arellano; el vicepresidente del Banco Chile, Andrónico Luksic, y el presidente de la Asociación de Bancos e Instituciones financieras, Hernán Somerville, entre otros.
Posteriormente, la Presidenta Bachelet se trasladará hasta el Sydney Opera House, donde participará en el APEC Business Summit. Este encuentro reúne a líderes empresariales con académicos, líderes de opinión y jefes de Estado de los países que conforman APEC para establecer debates en torno a puntos esenciales para la economía de la región.
En este contexto, la Mandataria chilena participará en la Sesión 3 del encuentro, bajo el título «Capital Humano y Futuro Económico del Asia Pacífico: Información, Innovación y Educación», donde ofrecerá una ponencia junto a los panelistas Ian Frazer, profesor de la Universidad de Queensland y Craig Mundie, representante de Microsoft, informaron fuentes oficiales.
Santiago de Chile, 7 de septiembre 2007
Crónica Digital
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Vie Sep 7 , 2007
Horas antes recibía el premio a la Excelencia de la Cultura italiana por su inmensidad como hombre íntegro, en el arte, la amistad, la bondad y modestia inconmensurables que sólo los elegidos saben sopesar sin la vanidad de los engreídos. Su infinita sencillez le llevó a decir una vez a la prensa francesa: «No soy músico. No en profundidad (…) Lo que se necesita es tener la música en la cabeza y cantar con el cuerpo». Más que con el cuerpo, cantó de manera invariable con el alma, sin artificios, natural, con una voz divina, «timbre inconfundible y rango vocal completo», como diría el otro grande del bel canto Plácido Domingo, momentos después de conocer la tragedia. El otro inmenso de la ópera, y amigo, José Carreras, elogió sus dotes como uno «de los tenores más importantes de todos los tiempos». Juntos, emocionaron e media humanidad en aquel memorable concierto en las Termas de Caracalla, en Roma, hace 17 años, cuando las tres voces prodigiosas se unieron y luego fue costumbre. Desde entonces la ópera en el mundo no fue igual y ellos cambiaron el nombre. Su grandeza fue sintetizada por el musicólogo italiano Rodolfo Celletti, quien quizá mejor que nadie conocía a Pavarotti, y escribió: «es la verdadera voz del enamorado: su sonoridad intensa y sus agudos luminosos la tornan ardiente y brillante. Su timbre y suavidad natural la hacen emocionante y patética». El «Gran Luciano» la consideraba como un don y más que a Dios agradeció a su padre por ella. Hubiera podido ejercer una brillante carrera musical con su voz de tenor, decía el agradecido hijo. Apasionado por el fútbol, hasta el punto de querer ser un jugador profesional, vendedor de seguros y maestro a petición de su madre obrera, antes de descubrir su pasión por el canto, que supo era definitivo cuando ganó su primer concurso en 1961, con 26 años. Vendría después una meteórica carrera que lo llevó a la fama mundial ayudado por el destino y la casualidad, al actuar de suplente por dos ocasiones en Londres, una de ellas al interpretar «La Boheme», de Puccini, en sustitución del famoso tenor italiano Giuseppe di Stefano. «La Traviata», «Un baile de máscaras» y «Rigoletto», de Verdi, fueron piezas que estremecieron al público en aquellos años de juventud cuando aún no había saltado a la gloria de los imperecederos. El hombre rechoncho, de tupida barba, mirada noble y sonrisa infantil traspasará a la eternidad como la figura capaz de llevar el arte lírico a las grandes masas sin que perdiera la estética. Pero más allá del canto lírico, su inmortalidad estará unida también a su vocación magnánima de ayudar a los indefensos en cualquier parte del planeta, principalmente a los niños y ancianos. Su desprendimiento lo llevó a crear una Fundación contra el SIDA, la Casa de los Ancianos, en San Francisco, California, a abrir una academia de canto para niños en su tierra natal, Módena, o donar millones de dólares para ayudar a refugiados en […]