El senador Guido Girardi, autor de la Ley de Etiquetado Nutricional, exigió al Gobierno cumplir con el compromiso asumido durante la tramitación de la Reforma Tributaria e incrementar los impuestos a los productos sólidos altos en azúcar.
Como el mayor problema que enfrenta la humanidad, calificó el senador Guido Girardi a la epidemia de obesidad y sobrepeso que afecta a prácticamente todos los países del planeta y que causa “la mayor pérdida de vidas, de hospitalizaciones y de gastos en salud. De seguir así no habrá ningún Estado capaz de asumir los costos de las consecuencias de esto”.
Girardi agregó que “este ya no es un problema de opulencia sino que de los más pobres. En todas partes del mundo son ellos los que tienen obesidad o sobrepeso, pero carenciado producto de alimentos con grasas de mala calidad, con poca fibra y vitaminas”.
Para Girardi “así como en el siglo XIX y XX las causas de muerte eran las enfermedades infectocontagiosas, hoy en el siglo XXI son las enfermedades Crónicas No Trasmisibles (CNT): infartos, accidentes vasculares, cánceres, hipertensión arterial y diabetes los que cobran un número de víctimas mayor al de todas las guerras juntas”.
El congresista afirmó que en el encuentro mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) realizado en Roma durante el 1 y 2 de diciembre pasado, “se estableció una alerta porque los expertos plantean que en el 2030 la mitad de los habitantes del planeta van ser obesos o tener sobrepeso”.
Girardi agregó que “Chile no escapa a esa realidad pues, lamentablemente, cerca del 60% de la población es obeso o tiene sobrepeso. Los niños chilenos están entre los primeros del mundo en obesidad infantil. La principal causa de muerte de las mujeres es el cáncer de mamas que se relaciona directamente con los kilos de más. Esto es un desastre a futuro”.
El senador recordó que en Chile mueren diariamente cerca de 300 personas, 200 de ellas por enfermedades CNT, de las que 100 serían prematuras (menores de 60 años) y evitables pues se trata de enfermedades prevenibles, “a través de la legislación de rotulado -calificada por la FAO como una de las más avanzadas- que junto con permitir saber que se come, prohíbe la publicidad televisiva, venta en colegios y el uso de trampas”.
COMPROMISO PENDIENTE
Sin embargo, pese que es probable que la ley chilena sea usada como referente mundial, el senador Girardi dijo que “aún está pendiente que el gobierno cumpla con el compromiso formal que asumió, al momento de aprobarse la Reforma Tributaria, de incrementar los impuestos a todos los productos altos en azúcar y no sólo a las bebidas gaseosas dulces”.
Según el congresista “el Gobierno se comprometió a formar una comisión para estudiar la mejor forma de aplicar el impuesto, no para ver si se aplicaba o no. El Ejecutivo está faltado a su palabra porque está siendo presa de los lobby, rehén de los intereses económicos y no está pensando en la salud de la población”.
Girardi añadió que junto a Ricardo Huauy, Premio Nacional de Ciencias, Camila Corvalán del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) y Barry Popkin, eminencia mundial de nutrición, realizaron un estudio que “demuestra que la manera más eficaz es aplicar impuestos a los alimentos rotulados como Altos en y no gravar aquellos que no lo son. Los impuestos deben ser un desincentivo a vender comida basura disfrazada de saludable”.
Santiago de Chile, 7 de diciembre 2016
Crónica Digital