La presidenta Michelle Bachelet dispuso que el subsecretario del Exterior, Alberto Van Klaveren, viaje a Nueva York para que, junto al embajador ante la ONU, Heraldo Muñoz, participen en la reunión de alto nivel programada en la sede de la organización.
El tema Haití fue propuesto por Argentina, que este año preside el Consejo de Seguridad, y Bachelet tuvo oportunidad de dialogar sobre este asunto con el presidente Néstor Kirchner durante la visita que realizó a Buenos Aires.
Tal como lo había hecho saber durante su campaña y a pocos días de asumir el mando, la mandataria tiene previsto continuar colaborando con los países amigos que se encuentran empeñados en devolver la normalidad institucional a la isla, indicó Van Klaveren.
«Vamos a reafirmar nuestro compromiso con el proceso en Haití y la responsabilidad internacional de seguir apoyando en un momento en que hay una fase más positiva luego de las elecciones», declaró el funcionario a medios locales antes de partir hacia Nueva York.
Dijo que junto con la decisión de mantener las tropas en Haití -para lo cual enviará la petición correspondiente al Senado en junio próximo- las autoridades estudian la posibilidad de reorientar la misión que actualmente cumplen en el país caribeño.
Señaló que en la medida que las circunstancias lo permitan, la presencia chilena en Haití podría girar hacia funciones de carácter policial y de cooperación a los proyectos de desarrollo que tengan lugar en la isla.
La prórroga de la permanencia de las tropas tendrá que se aprobada por el Senado, donde existe una fuerte oposición de sectores conservadores de la oposición, pero el gobierno confía en lograr el apoyo necesario.
En las elecciones presidenciales efectuadas el pasado febrero fue elegido René Preval -a pesar de fuertes presiones de Estados Unidos para impedirlo- pero aún faltan las elecciones parlamentarias, fijadas para el próximo abril.
El nuevo mandatario asumirá el cargo precisamente en junio, una vez sea instalado el Congreso que lo acompañará en su gestión.
La ONU tiene una misión de paz en el país caribeño integrada por más de seis mil soldados, mil 400 policías y unos de 350 civiles, apoyados por otros 800 empleados locales. Del total de efectivos militares, poco más de 700 son chilenos.
Santiago de Chile, 26 de marzo 2006
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