En una romería realizada ayer en la tumba del ex gobernante (1966-1970), su hijo dejó en claro su convicción sobre la presunta participación de terceros en su extraña muerte en una clínica de esta capital cuando se reponía de una sencilla operación.
Familiares y seguidores del histórico líder de la democracia chilena atribuyen la responsabilidad a los organismos represivos de la dictadura. El fallecimiento ocurrió cuando Frei Montalva encabezaba un fuerte movimiento de unidad contra el régimen militar.
«Hemos escuchado en estos días miles de opiniones y miles de versiones. Yo lo único que digo es que, después de estas dos semanas, si alguna duda tenía antes, hoy día no tengo ninguna», señaló el titular del Senado.
Dijo que por eso la familia y la sociedad chilena en su conjunto quieren más que nunca saber qué pasó con él y que tipo de intervención hubo en su muerte, cuando se reponía en la clínica Santa María, donde estaba recluido.
Frei Ruiz-Tagle habló ante unos 200 militantes que se dieron cita en el Cementerio General portando banderas del partido y fotografías del fallecido ex presidente.
Otra de las oradoras en el acto fue la también Senadora y presidenta de DC, Soledad Alvear, quien destacó el respaldo de su partido al proceso de investigación que tiene lugar en los tribunales y que está a cargo del juez Alejandro Madrid.
Al destacar el legado del otrora gobernante, la ex canciller subrayó que al final de su mandato en 1970 «pudo decir que había chilenizado el cobre, dado la tierra al que la trabajaba y realizado una profunda reforma educacional».
Resaltó que «las alas de Chile volaron muy alto en libertad y su estrella solitaria iluminó poderosa el cielo de la humanidad que pedía justicia, pero no había arrogancia en su corazón», ni siquiera cuando le tocó emitir su último mensaje al país días antes de morir.
En las últimas dos semanas diversas entrevistas e investigaciones periodísticas han aportado antecedentes que apuntan a la posible participación de terceros en su deceso, que se produjo por un shock septicémico tras dos intervenciones quirúrgicas.
De confirmarse su asesinato, sería el segundo presidente chileno que muere por la acción de la dictadura militar que encabezó el general Augusto Pinochet.
El primero fue Salvador Allende cuando resistía el sangriento asalto al Palacio de La Moneda, el 11 de septiembre de 1973.
Santiago de Chile, 4 de septiembre 2006
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