Como una “marea roja” los indignados “chilensis” rompieron el silencio. La abstención golpea duramente a “la clase política chilena” y a su anquilosado estilo de hacer política, alejados de la gente y manipulando la dirigencia social. En los pasados gobiernos prometieron una participación de la ciudadanía, pero la relegaron a un último plano, temerosamente.
Las elecciones municipales pasadas, (pese al estreno del voto voluntario) permitió el vamos al “desalojo” de la derecha del poder gubernamental y su estilo tecnócrata, paternalista y de clase, de las “cuicas” autoridades Piñeristas.
Las encuestas manipuladas políticamente se fueron de traste, como también los alcaldes populistas y pinochetistas, que reprimieron al estudiantado y sus apoderados.
Lo vital ahora es el fortalecimiento de los movimientos sociales, quienes se preparan para ser protagónicos con la llegada de Carolina Tohá en Santiago, Josefa Errázuriz en Providencia, Daniel Jadue en Recoleta, Etc. Quienes con un renovado brío de participación comunitaria, pretenden realizar una nueva gestión municipal con y para los vecinos de sus comunas.
Este nuevo estilo, augura una nueva democracia y para ello, es trascendental fortalecer los Consejos Comunales de Participación de la Sociedad Civil (ex CESCO), donde deben palpitar los anhelos de los vecinos, para impregnar a nuestras autoridades edilicias, con un “cable a tierra” permanente con las necesidades de la gente, ejerciendo un control social moderno, (tan cacareado) pero ausente de la mesas del poder.
En el pasado, los Cesco eran una mera figura decorativa e inútil que no tenían ninguna importancia, y servían para engalanar las actividades oficiales brindando un cierto barniz de “participación vecinal”.
La participación ciudadana, (a mi juicio) se conjuga desde la base con los actores sociales, tomándolos en cuenta y no domesticándolos para servir a las autoridades de turno. Por ello son relevantes los cabildos ciudadanos realizados por la Alcaldesa electa de Santiago en su campaña, que denotan una nueva forma de hacer política con los barrios y sus vecinos.
El verdadero “ombudsman” o defensor del pueblo, es la ciudadanía empoderada organizada y activa. La defensoría ciudadana va más allá de algún burócrata ungido como tal. Así lo demuestran las oficinas comunales del consumidor. Que han tenido un pálido actuar y son absorbido por un SERNAC omnipotente y voraz. ( con financiamiento para aquello)
El silencio de los indignados y los activos votantes, demuestran que el desalojo de la derecha va en ascenso. Los partidos de la concertación tienen una nueva oportunidad “para hacer la pega” y salir al paso de la enorme desigualdad y los abusos desenfrenados.
El pueblo clama un sistema público de pensiones, el robo descarado de las AFPs es inaguantable. Al igual en las Isapres, el sistema financiero, en la educación, los retail, las farmacias, el despojo de nuestras riquezas naturales, en fin.
Llego la hora de tomar en cuenta a la gente, porque Chile cambió y las organizaciones sociales están palpitando en la calle y continuaran en la senda del estudiantado. Por ello, es fundamental la unidad de la oposición y LA PARTIICIPACIÓN DE LA CIUDADANIA, para mejorar la calidad de vida y la forma de hacer política (AÑEJA) en nuestra patria.
Santiago de Chile 5 de noviembre 2012
Ernesto Medina Aguayo Presidente Movimiento Ciudadano “Aquí la Gente”
Crónica Digital