Tras elegir la víspera a una nueva directiva, el Partido Comunista (PC) trazó importantes guías para el trabajo en las complejas condiciones creadas con la desaparición de su emblemática líder, Gladys Marín, fallecida el pasado 6 de marzo.
Entre las prioridades situó una amplia apertura para acoger a las miles de personas que salieron a las calles durante los funerales de su ex presidenta, interesados en incorporarse unos, en volver otros, a las filas del conglomerado que ella encabezó.
El partido inició ya una campaña nacional de inscripción que, según fuentes de la organización, están canalizando cientos de nuevos adherentes, incluyendo muchos jóvenes y mujeres, descontentos con el rumbo político del gobierno.
El pleno dispuso asimismo trabajar en la consolidación de la unidad de todas las fuerzas de izquierdas y progresistas interesadas en un proyecto antineoliberal que empieza a materializarse en torno al Poder Democrático y Social (PODEMOS).
La pujante alianza, que en su primera experiencia electoral obtuvo cerca del 10 por ciento de los votos en los comicios municipales, prepara una convención nacional para acordar una estrategia conjunta de cara a las elecciones presidenciales de diciembre próximo.
El objetivo es lograr un candidato presidencial único, una lista parlamentaria conjunta, integrada por todas las fuerzas de la coalición, y un programa de gobierno consensuado que tendrá como eje central la eliminación del sistema neoliberal.
Un paso importante en esta dirección fue el anuncio del nuevo presidente del PC, Guillermo Teillier, de retirar de la lista de candidatos al representante de este conglomerado, el escritor y catedrático Tomás Moulian.
Pero Teillier hizo hincapié de modo particular en la determinación del partido de llevar la lucha a donde sea necesario para eliminar el injusto y antidemocrático sistema electoral binominal, uno de los objetivos por los que más luchó Gladys Marín.
El sistema, heredado de la dictadura militar, permite que los partidos de la derecha que fueron sus aliados -con el 35 por ciento de votos- dispongan de la mitad de los representantes en el Parlamento, mientras la izquierda con más del 10 no puede tener ninguno.
«Cuando fuimos al Congreso el miércoles para participar del homenaje a Gladys Marín, lo hicimos para agradecer ese gesto, pero también para decir al Parlamento en su cara que nosotros no vamos a aceptar mantenernos con este sistema electoral binominal», afirmó.
Al referirse a propuestas del Partido Socialista y otras fuerzas pro gubernamentales sobre un posible acuerdo para las elecciones al Parlamento a fin de facilitar los cambios al sistema, dijo que el PC «no negociará ni hará pacto alguno con la Concertación».
En medio de fuertes aplausos, Teillier recalcó que el PC «no aceptará migajas» en las próximas elecciones parlamentarias ni votará por el candidato oficialista a la presidencia en la eventualidad de una segunda vuelta electoral con la derecha opositora.
En las pasadas elecciones (1990) su apoyo al presidente Ricardo Lagos fue determinante en la apretada victoria que este alcanzó contra Joaquín Lavín, abanderado de la opositora Alianza por Chile.
En el plano internacional, el nuevo presidente de los comunistas chilenos reafirmó su solidaridad con Cuba -anuncio que recibió los mayores aplausos de la jornada-, así como los procesos nacionalistas que tienen lugar en Venezuela y otros países de la región.
Santiago de Chile, 18 de julio
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