Compartimos totalmente las esperanzas del pueblo chileno en esta coyuntura histórica, afirmó el dirigente, quien llegó el viernes a Santiago al frente la delegación de su país a los actos por el cambio de gobierno.
Lage y su comitiva depositaron en la víspera ofrendas florales en los monumentos que guardan los restos del presidente Salvador Allende (1970-1973) y la emblemática líder comunista Gladys Marín, en el Cementerio General capitalino.
Visitaron también el monumento a los «Combatientes Internacionalistas Chilenos», donde descansan los restos de más de un decena de militantes de distintas organizaciones de izquierda que cayeron luchando en Nicaragua y El Salvador en los años 70.
La comitiva cubana estuvo integrada por el canciller Felipe Pérez Roque, la viceministra del Exterior Yilliam Jiménez y el vicejefe del Departamento de Relaciones Internacionales del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, José Arbezú, entre otros.
Lage y Perez Roque fueron recibidos horas después de su arribo por Bachelet, en una reunión que fuentes cubanas calificaron de amistosa y distendida, en la cual se trataron temas vinculados al futuro de las relaciones entre ambos países.
En declaraciones a los periodistas, el vicepresidente cubano destacó que América Latina vive hoy «un nuevo despertar» como resultado del «fracaso total del neoliberalismo», las desigualdades y la falta de solución a los problemas fundamentales que enfrentan los pueblos.
Subrayó que el proceso ha sido también acelerado por la política hegemonista e imperial de Estados Unidos. «La imposición y la mentira como instrumento de esa política de un país que pretende dominar al mundo», precisó el vicepresidente cubano.
Respecto a su país, Lage afirmó que la revolución nunca estuvo sola, pues siempre recibió la solidaridad de los pueblos. «Ahora estamos más acompañados que nunca, porque también tenemos el respaldo de muchos gobiernos cercanos, diría más independientes y soberanos», enfatizó.
Destacó que Cuba enfrenta una importante profundización y fortalecimiento del proceso revolucionario, después de superar duros años del denominado período especial, cuando desaparecieron la antigua Unión Soviética y el resto del campo socialista.
«Gracias a nuestra propia fuerza y la solidaridad internacional hemos resistido un periodo de limitaciones y carencias económicas, y hemos adquirido la fuerza y la experiencia para avanzar ahora aceleradamente en lo económico, lo social y lo político», apuntó.
Recalcó que el crecimiento del 11,8 por ciento en 2005, después de cinco obtenido el año anterior, «es precisamente una prueba del avance que se está teniendo».
Lage y la delegación que preside saludaron luego a decenas de representantes del movimiento de solidaridad, que desfilaron frente a la embajada de Cuba con banderas, pancartas y consignas de respaldo al proceso revolucionario cubano y a su comandante en jefe, Fidel Castro.
El sábado, luego de asistir a la ceremonia oficial de investidura de la mandataria chilena, el vicepresidente cubano se entrevistó con los presidentes Hugo Chávez (Venezuela), Luis Inacio Lula da Silva (Brasil) y el electo de Haití, René Preval.
Santiago de Chile, 13 de marzo 2006
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