El presidente del Partido Aprista Peruano, Alan García, y la aspirante por la alianza Unidad Nacional, Lourdes Flores, pelean todavía palmo a palmo cada voto para aparecer a finales de mayo próximo o principios de junio en la planilla de la segunda vuelta.
Mientras Humala ya traza estrategias para la decisiva fase, la que reconoció será difícil, García y Flores encabezan una guerra sin cuartel aunque tratan de no lastimarse, pues necesitarán del otro para enfrentar al aspirante del partido Unión por el Perú (UPP).
El teniente coronel en retiro rechazó recientemente que aceptaría alguna alianza electoral con los partidos tradicionales, al tiempo que ratificó su compromiso con el pueblo peruano de transformar al país con más de 50 por ciento de pobreza.
Sin embargo, el líder aprista y la también presidenta del Partido Popular Cristiano han coqueteado con posibles acuerdos para derrotar a toda costa al ex militar, que consiguió pasar cómodamente a la segunda fase y se muestra como el candidato a vencer.
Tras computarse casi el 90 por ciento de las actas, el presidenciable por el UPP le sacó más de 732 mil votos a su más cercano contendiente (García), que sólo consiguió hasta ahora dos millones 733 mil 703 votos válidos (24,41).
Flores se mantuvo a menos de un punto porcentual del ex presidente (1985-1990) con dos millones 625 mil 301 boletas y la esperanza de continuar acercándose con el voto del extranjero (que representa más de 400 mil electores).
Con 1,8 millones de sufragios por procesar, que se reducen a 1,62 si se toma en cuenta que el ausentismo se ha comportado al 10 por ciento, la diferencia entre segundo y tercer lugares es casi de fotografía.
Hasta el momento el más probable es García, pero Flores no está descartada pues de obtener 6,69 por ciento más de votos lo superaría, dado que la diferencia es de apenas 108 mil 402 votos válidos.
Aunque los principales baluartes de Flores casi han sido computados, sus simpatizantes ponen sus esperanzas en el voto en el extranjero y las más de ocho mil actas observadas por la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE).
Tales perspectivas pusieron nerviosos a los directivos del APRA, que el miércoles pidieron la anulación de las elecciones en las ciudades norteamericanas de Nueva York y Miami, la argentina de La Plata, la italiana Milán y la capital española.
Sin embargo, la víspera García solicitó a sus correligionarios que retiraran la demanda de nulidad de las elecciones en las cinco ciudades, que concentran la mayor parte del voto en el extranjero.
En tales plazas se detectó propaganda electoral el propio día de la votación a favor de Flores, una opción prohibida por la ley electoral vigente.
Hasta el momento casi dos millones sufragaron en blanco o anularon consciente o inconscientemente su boleta, pues son las únicas formas de oponerse al sistema electoral peruano, que obliga a asistir a las urnas.
De no concurrir el elector tendría que gestionar una dispensa en el Jurado Nacional de Elecciones, la máxima autoridad en la materia o, de lo contrario, pagar una multa de 136 soles (unos 41 dólares), más de la cuarta parte del salario mínimo en el país.
Mientras tanto la cifra de ausentes creció al reportarse más de 1,58 millones de ciudadanos que no concurrieron el pasado día 9 a las urnas, lo que representa 10,72 por ciento de las boletas computadas.
La jefa de la ONPE, Magdalena Chú, aseguró que los datos oficiales (una vez resueltas las impugnaciones) se conocerán a finales de este mes.
Los peruanos esperan, sin embargo, que esta semana se defina al menos los dos contrincantes para el balotaje, aunque al parecer eso solo se sabrá en el último momento.
Por: Roberto Hernández. El autor es correponsal de Prensa Latina en Perú.
Lima, 16 de abril 2006
Crónica Digital , 0, 66, 11