Al sitio www.noalacensuraenelpaís.org.llegan mensajes solidarios que rechazan las imputaciones del diario español al artículo en que Serrano cuestiona la línea editorial de ese medio.
En el texto «El País contra Chávez, fuego a discreción», Serrano pone al descubierto la campaña de descrédito contra el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, a raíz del incidente protagonizado por el Rey de España en la Cumbre Iberoamericana de Santiago de Chile.
Todas las baterías de ese medio, en sus diversos espacios y en forma sincronizada, respondiendo a una orden militar, precisa Serrano, fueron dirigidas «a enfrentar al presidente latinoamericano que más elecciones ha ganado y más apoyo electoral tiene en el continente».
El académico norteamericano James D. Cockcroft, expresó en su mensaje: «Yo condeno a El País, del grupo empresarial Prisa, por tratar de censurar y callar al portal colectivo independiente y alternativo www.rebelion.org».
Por su parte, el periódico digital hispano La voz de Salamanca abrió un foro con esa noticia y dio su respaldo a Serrano por lo que representa y lo instó a seguir adelante.
El escritor y guionista Carlo Fabretti ironizó: «Por qué no te callas, Pascual (grítese con regia chulería). Pascual, ¿no ves que molestas a Prisa y a su pandilla de paniaguados?».
«Alegrémonos de que los fascistas salgan del armario y pierdan el control, para que todo el mundo sepa quiénes son y lo que son», agrega.
En uno de sus artículos, Serrano cita renglones de un comentario en ese diario del escritor Mario Vargas Llosa.
El País exigió a ese órgano y a Pascual Serrano quitar inmediatamente de su página el artículo o pagar los derechos de reproducción, tras argumentar que ellos tienen la exclusiva en la comercialización de la columna de Vargas Llosa.
La respuesta de Serrano a las presiones del diario fue categórica: «Ni Rebelion.org ni yo tenemos el menor interés en difundir los textos de Vargas Llosa, ni pagando ni sin pagar; sus ensayos sólo tienen utilidad como munición de El País para criticar a los gobiernos progresistas de América Latina».
El reclamo del diario y su posterior insistencia, precisó, es abolutamente paranoico, «sin fundamento jurídico alguno».
«Sólo le puedo encontrar explicación, puntualiza, como intento de querer intimidar y presionar a un medio -Rebelion.org- y unos artículos que critican dentro de la legalidad y el respeto, la línea desinformativa y editorial de El País».
Madrid, 28 de noviembre 2007
Prensa Latina , 0, 79, 2