Chile, tiene hoy el 37 por ciento de las reservas conocidas en todo el planeta, pero su costo de producción es el mas bajo del mundo y constituye el 43 por ciento de las exportaciones.
Datos oficiales, indican que en el año 1990 la producción de CODELCO era 75,2 por ciento, junto a ENAMI sumaba el 84,2 por ciento de la extracción total. La empresa privada alcanzaba solo al 15,8 por ciento, pero desde 1991 al 2001 la producción estatal aumentó en términos absolutos. Sin embargo, en el año 2001 sólo el 33 por ciento del total de la extracción, era pública. El 67,5 por ciento restante es producido por las grandes empresas privadas.
Ese cambio, es producto de los gobiernos de la Concertación (2000-2006) quienes dieron un golpe certero al hombre nacionalizó el Cobre: Salvador Allende.
Un total de 17 empresas cupríferas, casi todas extranjeras e integradas en el poderoso Consejo Minero, controlan el 67,5 por ciento de la producción nacional. El 32 restante queda aún en manos de Codelco.
Sin embargo, las transnacionales aportaron en 2006 al fisco dos millones de dólares por impuestos, o sea, el 31 por ciento, mientras la minera estatal aportaba cuatro mil 443 millones (69), sin incluir el 10 por ciento que se lleva las Fuerzas Armadas para comprar armamentos.
Es decir, por cada tonelada extraída por Codelco el Estado chileno recibió 4,3 veces más dólares que el aporte de las privadas, a pesar de que éstas se llevan cerca de dos tercios de las reservas del mineral.
El Estado chileno no cobra el royalty a las empresas privadas: se les entrega gratuitamente todo el territorio nacional para explotarlo. De modo que el concesionario minero recibe un subsidio del gobierno y de todos los chilenos.
A pesar de la ley minera, las empresas privadas pagarán muy pocos impuestos. Por mientras no se modifiquen las disposiciones que le permiten no declarar utilidades o que estas sean muy pequeñas no tendrá un efecto importante.
El Comité de Defensa del Cobre, ha insistido en estos años que el metal rojo es un recurso natural no renovable, y que es necesario incorporar nuevos procesos para la fundición, refinación y manufactura del Cobre en Chile.
Distintas organizaciones sociales y políticas, han propuesto descentralizar los recursos obtenidos Deben destinarse privilegiadamente hacia las regiones, o para mejorar la educación, construcción de escuelas, centros de estudios, Hospitales, entre otros.
El economista Orlado Caputo reveló que los 18 mil millones de dólares de ganancias por las empresas extranjeras durante el 2006, representan más del 15 por ciento del PIB, más del 70 por ciento del presupuesto del Estado y cerca de cuatro veces el presupuesto del Ministerio de Educación para este año.
Como decía a Crónica Digital el economista Julián Alcayaga y presidente del Comité de Defensa del Cobre: Todavía, retumba la voz de Salvador Allende, cuando ese 11 de julio de 1971 informó a los chilenos que el cobre era nuestro: La nacionalización del cobre es un derecho del pueblo de Chile, es una obligación del Gobierno Popular que ustedes eligieron. Recuperar el cobre significa el progreso material de nuestra patria, para asegurar nuestra soberanía y la dignidad de Chile.
Santiago de Chile, 11 de julio 2006
Crónica Digital
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