La cita finalizó en la mañana de este domingo los debates en torno al tema central: Migraciones y Desarrollo, hasta poco antes de las 11:00 am hora local, con la ausencia de nueve de los dignatarios convocados.
Los estadistas aprobaron una declaración denominada Compromiso de Montevideo, que llama a elevar al máximo el nivel de prioridad al citado tópico, combatir la trata de mujeres y menores, el tráfico de personas, y defender los derechos de los migrantes.
Igualmente, una Declaración Final y nueve comunicados especiales sobre asuntos específicos relacionados con conflictos entre países y el terrorismo en todas sus formas, entre otros.
En la reunión no estuvieron presentes los mandatarios de Perú, Panamá, República Dominicana, Cuba, Guatemala, Nicaragua, Brasil y Venezuela, estados representados por vicepresidentes o cancilleres.
El presidente argentino, Néstor Kirchner, participó menos de 24 horas y retornó ayer a Buenos Aires.
Las ausencias de Fidel Castro, Hugo Chávez y Luiz Inacio Lula da Silva, se hicieron notar, según criterio compartido por analistas y diplomáticos.
En total asistieron 14 jefes de estado, cinco vicepresidentes y dos cancilleres al frente de las delegaciones de sus respectivos países.
La cumbre, que costará al gobierno uruguayo unos tres millones de dólares, dejará beneficios netos de alrededor de dos millones de dólares, según cifras manejadas por fuentes oficiales.
Para la ocasión, Uruguay desplegó el mayor operativo de seguridad en la historia del país, con la puesta sobre armas y equipos a casi cinco mil hombres, de acuerdo con estimados oficiales que se consideran conservadores.
La reunión estuvo signada por un incremento de las tensiones entre las autoridades de Buenos Aires y Montevideo, debido a la construcción de dos plantas productoras de celulosa en una zona uruguaya muy cercana a la frontera con su vecino.
El Rey Juan Carlos, de España, aceptó un pedido de Kirchner de funcionar como «facilitador» en el diferendo, según comunicó esta mañana el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.
Pobladores de la localidad argentina de Gualeguaychú mantienen bloqueadas desde el viernes varias vías de acceso en el borde común.
Otro foco de atención en el curso de los debates fue la decisión del gobierno de Estados Unidos de construir un muro de más de mil kilómetros en la frontera con México.
La cumbre aprobó un comunicado especial que critica y condena esa iniciativa. El gobernante saliente de México, Vicente Fox, calificó ese paso del presidente George W. Bush con los adjetivos torpe, electorero y unilateral.
Estados Unidos estuvo igualmente en la mira de los estadistas iberoamericanos al refrendar, además, un comunicado especial que demanda el levantamiento del bloqueo económico, financiero y comercial contra la isla de Cuba.
En la sesión de clausura usaron de la palabra el titular de la Secretaría General Iberoamericana, el uruguayo Enrique Iglesias, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, y el jefe de estado anfitrión, Tabaré Vázquez.
Chile será la sede del venidero encuentro iberoamericano, en 2007; El Salvador en 2008, y Portugal la ha pedido para 2009. La de 2010 será en España.
Montevideo, 5 de noviembre 2006
Prensa Latina , 0, 72, 11