La convocatoria responde a preocupaciones surgidas en la élite política, muy sensible a los históricos reclamos de sus vecinos, por la ofensiva diplomática y ciudadana lanzada por el presidente Evo Morales para presionar una solución a la reivindicación marítima boliviana.
El mandatario convocó la semana pasada a una reunión especial de la Organización de Estados Americanos (OEA) para analizar el tema y llamó a la solidaridad internacional de los pueblos, incluyendo el de Chile, para crear conciencia sobre el problema que enfrenta su país.
A ello se unen reiteradas preocupaciones expresadas por funcionarios y dirigentes políticos peruanos en torno a las millonarias compras de armas de última generación de las Fuerzas Armadas chilenas, que -afirman- van mucho más allá de una simple renovación tecnológica.
En reunión anoche con sus partidarios en la ciudad fronteriza de Tacna, el candidato presidencial Ollanta Humala -favorito para ganar los comicios de abril próximo en el vecino país- arremetió de nuevo contra lo que llamó «las compras compulsivas» de armamentos en Chile.
Tras rechazar acusaciones de «anti-chileno», el dirigente político llamó a Santiago a transparentar todos los problemas que afectan las relaciones bilaterales, que incluyen -además del militar- la delimitación marítima entre ambos países.
Subrayó que ciertos temas no ayudan a la transparencia, como «la compra compulsiva de material bélico», un asunto que dijo debe conversarse, como la delimitación marítima y la venta de armas a Ecuador durante el último conflicto bélico entre ese país Perú.
La anunciada ofensiva boliviana para presionar por su histórica reivindicación marítima, como las críticas del líder peruano a las compras de armamento, ampliamente difundidas por los medios locales, han colocado aquí a la clase política dominante a la defensiva.
En la inauguración ayer de la Feria Internacional del Aire y el Espacio (FIDAE 2006), tanto la ministra de Defensa, Viviane Blanlot, como el jefe de la Fuerza Aérea, Osvaldo Sarabia, negaron rotundamente que el país esté envuelto en una carrera armamentista.
El presidente de la Comisión de Defensa de la Cámara, Patricio Hales, dijo que las declaraciones de Humala acusando a Chile a romper el equilibrio militar, y la iniciativa de Bolivia, «obligan a tratar el tema con la mayor seriedad y rigor institucional posible».
Planteó que como en estas materias Chile tiene una posición de Estado, los 26 diputados que integran ambas comisiones especializadas recibirán información y opinión de las máximas autoridades del Ejecutivo y de las instituciones castrenses relacionadas con el asunto.
A la sesión especial del cuerpo legislativo, fijada para el 11 de abril próximo, fueron convocados el canciller Alejandro Foxley, la ministra de Defensa, Viviane Blanlot, y los comandantes en jefe del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea.
Chile, empeñado potenciar y modernizar sus Fuerzas Armadas, ha adquirido en los dos últimos años 28 cazabombarderos F-16 -que integran la más moderna y poderosa flota aérea de combate de América Latina-, cuatro fragatas, dos submarinos y 118 tanques Leopard II.
Santiago de Chile, 29 de marzo 2006
Crónica Digital/PL , 0, 222, 3