Los magros resultados de esta prueba se han mantenido estancados a lo largo de todos estos años, situación que atraviesa los 3 sistemas de administración educacional (municipalizada, particular subvencionada y particular pagada). Los mejores resultados, invariablemente, lo obtienen los colegios particulares pagados.
Los investigadores en estas materias coinciden que ello se debe a la selección de estudiantes que realizan, por lo que en esos colegios se concentran los estudiantes con mayor capital sociocultural de origen. A todas vistas esto genera una pseudo competencia injusta. El sistema educativo chileno, en palabras de un Informe elaborado por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) en el año 2004, está «concientemente estructurado por clases sociales», fomentando las desigualdades de origen de los estudiantes.
Lo que existe en Chile, entonces, es libertad de selección de parte de los establecimientos y no libertad de enseñanza.
Según el estudio de este año de OPECH (Observatorio Chile de Políticas Educativas, de la Universidad de Chile) titulado ¿POR QUÉ HAY QUE CAMBIAR LA LOCE Y REVISAR LA MUNICIPALIZACION? se expresa que: «la gran mayoría de nuestros niños y jóvenes tiene acceso a la educación básica y media, pero no todos tienen el mismo derecho a contar con una educación de calidad. La calidad parece estar reservada para quien pueda pagarla.»
La movilización estudiantil de este año dio cuenta de ello y sensibilizó a todo Chile, hoy muchos, millones, podríamos decir, saben a ciencia cierta que la base de la crisis en el sistema educacional chileno es la LOCE (Ley Orgánica Constitucional de Educación) ley que consagra un modelo de gestión y financiamiento de la educación que vulnera gravemente el derecho a la Educación de calidad para todos los niños/as y jóvenes Chilenos.
Mientras los aspectos profundos que consolidad la inequidad en materias de calidad de educación no sean cambiados, la prueba SIMCE seguirá dando cuenta de las brechas que existen en nuestro país, en materia salarial, de acceso a la salud, de previsión social, en fin, de todo aquello que hace a Chile desigual. Se requieren cambios profundos en la Constitución y en la ley LOCE. Que las nuevas leyes hablen de la educación que queremos para los ciudadanos y que garanticen una educación pública de calidad integral.
Se requiere cambiar la ley de Financiamiento, un cambio profundo en la Ley de Municipalización de la Educación y en el modelo de gestión del sistema basado en sostenedores particulares.
Finalmente el Ministerio de Educación debe reconstruir un sistema sólido y altamente capacitado para supervisar todas las escuelas subvencionadas, privadas o municipales.
El actual Gobierno de la República no puede solo «escuchar» a millones de sus habitantes, también es su deber actuar en consecuencia.
Por: Tamara Avendaño Vidal. Profesora de Educación Básica. Colaboradora de Crónica Digital.
Santiago de Chile, 9 de noviembre 2006
Crónica Digital
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