La marcha partió al mediodía desde la Plaza Italia, bajo un fuerte dispositivo policial. Cuando cruzaban frente el Cerro Santa Lucía o Huelen -que es el nombre dado por los indígenas- los participantes jugaron un partido de chueca o palín, juego típico de los aborígenes locales.
Felipe Curivil, vocero de Meli Wixam Mapu -organización mapuche que organizó la marcha-, afirmó que más de tres mil comuneros de las distintas etnias del país tomaron parte en la movilización, lo que constituye un rotundo éxito.
Los mapuches, que constituyen más del 80 por ciento de los cerca de un millón de indígenas que habitan en Chile, demandaban el reconocimiento constitucional de los pueblos originarios, la libertad de los presos políticos y la eliminación de la Ley Antiterrorista.
Curivil aprovechó la ocasión para criticar la exclusión y discriminación racial del sistema chileno y la política de represión gubernamental contra sus comunidades.
«Salimos a las calles para denunciar la brutalidad que el Estado chileno y el gobierno de turno aplica a los mapuches. No aceptaremos que fuerzas policiales entren a nuestras comunidades para asesinar ancianos y reprimir a niños», subrayó.
La denuncia tiene relación directa con la actuación de la policía de Carabineros en la comuna de Ercilla, donde se han producido múltiples incidentes, con saldos de numerosos muertos, heridos y detenidos entre sus vecinos.
La manifestación había sido autorizada ayer por la Intendencia Metropolitana como excepción ya que las autoridades no están permitiendo marchas por lugares céntricos de la ciudad por motivos de seguridad.
«Por respeto a una tradición histórica del pueblo mapuche se hizo una excepción, ya que el criterio general, por razones de seguridad, no se están autorizando marchas», afirmó Víctor Barrueto, intendente de la Región.
El vocero indígena dijo que esta actividad «es un encuentro organizado y con conciencia de los derechos colectivos y territoriales de la comunidad mapuche», coincidiendo con la llegada de los conquistadores españoles al llamado Nuevo Mundo hace 514 años.
Santiago de Chile, 9 de octubre 2006
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