La investigación, reseñada en el diario Wall Street Journal, calcula en septiembre del pasado año, fecha en que se hizo una observación aérea, que 40 osos polares nadaban en el mar abierto, muy alejados de los témpanos de hielo.
Los expertos estiman que la mayoría de ellos se ahogaron, privados de un componente esencial de sus hábitats.
Otros cuatro cuerpos de osos se encontraron sin vida, flotando en el mar, cuando el cascote polar se retiró unos 260 kilómetros al norte de la costa de Alaska, para establecer un nuevo récord de deshielo.
Durante los vuelos de reconocimiento realizados en los 25 años anteriores a 2004, sólo se vio un oso solo nadando en mar abierto una vez cada dos años, aproximadamente.
Richard Steiner, catedrático de biología marina en la Universidad de Alaska, dijo que las consecuencias del calentamiento global y el deshielo significan la muerte de los osos polares, sin alternativas.
Washington, 14 diciembre 2005
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